Principios Esenciales de la Mediación Transformativa según Galtung

La Mediación Transformativa

Cuando en los procesos de transformación, que son siempre a largo plazo, ha de intervenir una persona mediadora en alguna de sus etapas, las reglas del juego son aproximadamente las mismas que señalamos en el apartado relativo a la mediación.

El Rol del Mediador en la Transformación de Conflictos

Aun a riesgo de repetir varios de los comentarios realizados al respecto, expongo a continuación algunos consejos que de forma irónica y simpática da Galtung a los "trabajadores de paz" involucrados en la transformación de conflictos, con el propósito de que su labor facilite el proceso de las partes hacia la transformación del conflicto:

Consejos de Galtung para Trabajadores de Paz (Decálogo Ampliado)

1. Trata de identificar los elementos positivos de cada parte.
2. Trata de identificar los elementos positivos del conflicto.
3. Sé creativo en el trabajo, no te fíes de los manuales, sigue tu camino, confía en tu experiencia.
4. Busca con los demás una idea: formulación breve, sencilla y memorizable (tierra por paz, paz por paz).
5. Sé honesto contigo mismo y con los demás.
6. Deja que se muestren tus sentimientos, sin excederte.
7. Permite que las partes te desafíen para explorar conjuntamente el conflicto.
8. Sugiere acciones alternativas, sin apostar por un solo remedio.
9. Hazte innecesario, no crees dependencias.
10. Idealismo en el corazón y realismo en el cerebro.
11. Sé optimista: el pesimismo y el cinismo son baratos.
12. El trabajo sobre conflictos es el arte de lo imposible.
13. No manipules: pon tus cartas sobre la mesa.
14. No distribuyas culpas y almohadas. Ayuda.
15. No juegues a ser juez o cura. No estás autorizado para estos papeles.
16. No te preocupes mucho por el consenso. Tu tarea es lograr buenas ideas.
17. No pidas compromisos orales o escritos a las partes.
18. No pidas a las partes que cooperen desde el principio.
19. No rompas ninguna promesa de confidencialidad.

La Variante Suave de la Mediación

Este decálogo ampliado para mediadores no persigue otra cosa que mostrar la variante suave de la mediación, aquella en que la persona que cumple dicha función no va enseñando su musculatura o amenazando con usar el palo o la zanahoria, sino que practica intensamente el diálogo, la palabra, la empatía y la creatividad, mostrándose como compañera en el ejercicio del diálogo, combinando un profundo estudio del conflicto con una aproximación directa a la gente que vive dicho conflicto, y no solo a sus élites.