Principios Estéticos de Alberti: Belleza, Ornamento y la Esencia de la Arquitectura
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Alberti y el Renacimiento: Los Diez Libros de Arquitectura
Leon Battista Alberti, figura clave del Renacimiento, estructuró su pensamiento arquitectónico en diez libros, abordando desde los fundamentos hasta los detalles más específicos de la construcción y el diseño:
- Los lineamientos
- La materia
- La obra
- Obras de carácter universal
- Obras particulares
- Del ornamento
- Ornamentación de edificios sagrados
- Ornamento de edificios profanos y públicos
- Ornamento de casas particulares
- Vicios de las obras
Belleza y Ornamento en Alberti: Utilitas, Firmitas, Venustas
En el Libro I, Alberti profundiza en los seis tipos de lineamientos: región, área, partición, pared, techo y aberturas. Estos se atienen a los tres principios vitruvianos: utilitas (utilidad), firmitas (firmeza) y venustas (belleza). La arquitectura, en su esencia, puede juzgarse completamente a través de sus lineamientos. Según estos principios, se requiere que cada parte sea bien adaptada al uso, robusta y duradera, y con gracia y gallardía.
Prioridad de la Belleza en la Arquitectura Albertiana
De estos tres factores, Alberti destaca la importancia primordial de la belleza. Él afirma:
“Esta de la que hablamos ayuda mucho a la comodidad y también a la perpetuidad.”
- Relación belleza-comodidad: Un edificio sin belleza no es nada. Cuando una obra falla en elegancia, que satisfaga la necesidad y responda a la comodidad es insuficiente. El primer argumento lo encuentra en la naturaleza, maestra del arte.
- Relación belleza-firmeza: La belleza contribuye significativamente a la duración de la obra. La belleza, además, detiene las agresiones de los hombres.
- Argumento de la economía: La belleza se aplica con cuidado, diligencia y sin reparar en gastos.
La recompensa por la belleza es, por tanto, mayor que por la utilidad. Los tres conceptos vitruvianos no son alternativos, ni contrarios, ni independientes, ni están al mismo nivel. La belleza es imprescindible para que haya verdadera arquitectura y refuerza los otros factores. Esto posiciona al lineamiento por encima, como la esencia misma de la arquitectura.
Distinción y Definición de Belleza y Ornamento
Alberti establece una clara distinción entre ambos conceptos:
- Distinción: La hermosura (belleza) es natural e inherente, mientras que el ornamento es añadido o «fingido».
- Definición negativa de belleza: La belleza es una cierta armonía regular del objeto tal que nada podría ser suprimido, añadido o cambiado sin que perdiera su encanto.
- Definición positiva de belleza: Es una especie de armonía entre todas las partes que constituye un todo construido según un número fijo, una cierta relación, un cierto orden, tal como el principio de simetría lo exige.
- Ornamento: Es como una luz ayudadora de la hermosura y casi un cumplimiento de ella.
Tres Tipos de Belleza Según Alberti
Lo bello, según Alberti, puede provenir de tres fuentes principales:
- De una inspiración racional del espíritu (inteligencia).
- De la mano del artista (labor manual).
- De la naturaleza.
El Juicio de la Belleza: Razón vs. Instinto
Alberti considera que la belleza causa placer a la vista, pero no identifica su reconocimiento con el mero sentimiento de placer. Juzgar si algo es bello es una misión de la inteligencia, independientemente del gusto personal. Lo contrario, para él, sería guiarse por el instinto.
La Belleza Esencial y sus Principios
La belleza esencial es aquella que nace de la inspiración racional del espíritu. Alberti la resuelve en estos principios fundamentales: número, definición, colocación y armonía. En el Libro IX, desarrolla estos conceptos con mayor profundidad. El principal ornamento, según él, es la columna (mencionado en el Libro VI). Las columnas deben ser semejantes al hombre, y se debe guardar simetría e igualdad al repartir las columnas, estatuas, etc. Es crucial no mezclar columnas de diferentes tipos.
Gradación del Ornamento en la Arquitectura Albertiana
Alberti propone una gradación en la aplicación del ornamento, adaptándola al tipo de edificación:
- En las cosas sagradas: Ninguna cosa se puede añadir a la majestad y admiración de la hermosura, pues ya son perfectas en sí mismas.
- En las particulares (casas privadas): Que ninguna cosa parezca que se pueda quitar. Se debe invertir en ingenio, no en riquezas, para no despertar envidias.
- En las públicas profanas: El medio entre las dos categorías anteriores, buscando un equilibrio adecuado.
Libro X: Corrección de Errores en Belleza y Ornamento
Para Alberti, los órdenes arquitectónicos son el principal ornamento, no solo porque pueden corregir la falta de belleza natural, sino también porque resaltan las buenas proporciones y contribuyen a la armonía general de la obra.