Principios Fundamentales de la Pedagogía Montessori: Desarrollo y Aprendizaje Infantil
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Pedagogía Científica Montessoriana: Fundamentos del Aprendizaje Individualizado
La pedagogía se considera científica, ya que parte del aprendizaje individualizado, un aspecto fundamental en la pedagogía Montessoriana. Es crucial destacar que la observación era el eje central en el sistema educativo Montessoriano. Por ello, como se explica en la obra de Montessori, el docente debe adquirir la capacidad de aprender y de observar. Tal y como afirmaba Montessori, con solo observar al niño era suficiente para comprender los procesos mentales en los que opera, lo que facilita un aprendizaje verdaderamente individualizado.
El Perfeccionamiento Colectivo y la Armonía
Con este método, se buscaba implementar procedimientos denominados “perfeccionamiento colectivo”. Un ejemplo claro de este procedimiento era el trabajo de la comida en común. Consistía en que los niños servían la mesa e iban rotando las tareas, vistiendo una prenda que caracterizara la profesión, como el delantal del camarero. Además, se les enseñaba cómo apoyar los platos en la mesa sin hacer ruido, qué postura adoptar para comer y cómo utilizar correctamente los cubiertos.
Otro ejercicio significativo era el “perfeccionamiento del hilo”, donde se aprendía a refinar los movimientos a partir de caminar de manera cuidada y colocando bien los pies sobre una línea, lo que contribuía a perfeccionar el equilibrio de la persona.
El Ejercicio del Silencio: Afinando los Sentidos
Finalmente, el ejercicio del silencio era fundamental. En este, se les enseñaba a sentarse de manera cómoda y silenciosa para que los niños pudieran escuchar su propio silencio y afinar sus sentidos. Este procedimiento, más que ningún otro, demuestra la aplicación de la pedagogía científica Montessoriana.
En esta situación de tranquilidad, se apaga la luz en la habitación y, a oscuras, se perciben sonidos nunca antes escuchados, afinando aún más los sentidos. Para el niño, es una experiencia novedosa dejar atrás el caos, logrando tranquilidad y silencio. El ejercicio del silencio concluye cuando la maestra llama, uno a uno, a los niños en voz baja. Aquellos que escuchan su nombre deben levantarse y seguir la voz en la habitación a oscuras.
La Clasificación y Gradación de los Objetos: Fomentando el Orden Mental
Con el método Montessoriano, el niño se ve impulsado a establecer y descubrir el orden. El objetivo del maestro es facilitar que el niño conozca los secretos y las estructuras ordenadas del entorno. Esta aproximación también mostraba la influencia de una cultura esotérica.
Desarrollo de Habilidades Clave
El trabajo que el niño realiza en este entorno requiere y fomenta el desarrollo de:
- Atención
- Autodisciplina
- Autonomía
- Autodominio
La libertad de elección, un principio fundamental del método Montessori, es clave para la construcción de la personalidad del niño y el desarrollo de un orden mental, logrado a través del esfuerzo y la aplicación en diversas actividades.
Aplicaciones Prácticas del Orden y la Armonía
Ejemplos de estas actividades incluyen:
- La comida en común: En la mesa, es fundamental trabajar en armonía con los demás y dividirse las tareas. En casa, los niños servían la mesa por rotación, y la maestra también enseñaba cómo apoyar los platos sin hacer ruido, entre otras habilidades.
- Los ejercicios del hilo y del silencio: Estos se cuentan entre los “secretos educativos” que Montessori revela para el desarrollo integral del niño.
El mantenimiento del orden y la limpieza se ve favorecido por el ambiente escolar, una actividad en la que los pequeños se involucran placenteramente.
El Rol Transformador del Maestro Montessori
Montessori implementa cambios pedagógicos drásticos: el niño se convierte en el “maestro del hombre”, y el adulto se pone a su servicio para facilitar el paso de la potencialidad a la acción. Para Montessori, la persona puede autoeducarse para el bien.
El maestro Montessori no castiga, no condiciona, ni regaña. Por el contrario, el educador desempeña un rol de mediación entre el niño y el entorno educativo, brindando ayuda y consejo, fomentando así un aprendizaje autónomo y respetuoso.