Procesiones y relaciones en la Trinidad
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Origen o procesión.
Para Tomás, las procesiones en Dios no son acciones que terminan en el exterior. La procesión interior al modo como la acción del entendimiento permanece dentro del que entiende. La acción de Dios ad intra es operación intelectual, por tanto, permanece dentro de Dios, conservando siempre la misma naturaleza. Podemos tener operaciones del entendimiento y voluntad. Dos procesiones intelectuales que hay en Dios: el Hijo procede así del Padre según una procesión eterna, esa misma relación la procedencia del Espíritu. Generación: Procesión intelectual, personas implicadas. El Hijo procede del Padre. Espiración: procesión volativa. El Espíritu procede del Padre y del Hijo.
Relaciones.
El concepto de relación es tan importante para entender la Trinidad xq correría peligro la unidad de Dios. El concepto de relación es decisivo para entender la multiplicidad de Dios sin multiplicar la esencia divina ni reducir a la persona a puros nombres. Las relaciones intradivinas brotan de las procesiones ad intra. Cuando algo procede de un principio de su misma naturaleza, entonces en virtud de esa procedencia, el principio y lo procedido mantienen una relación real dada por la procedencia. Tomás critíca de las categorías de Aristóteles el hecho de que la relación sea una categoría accidental. Las relaciones que mantienen las relaciones divinas son relaciones subsistentes. Surgen a partir de las procesiones trinitarias. Cada procesión conlleva dos relaciones, la relación del uno al otro y la relación del otro al uno. La procesión del verbo se llama generación y lleva a dos relaciones, la generación y espiración. La procesión intelectual implica las relaciones “paternidad y filiación”. La espiración implica otras dos relaciones, por lo tanto hay tres relaciones intradivinas: Filiación, Paternidad y el Espíritu Santo en relación con la filiación y la paternidad (espiración pasiva). Hay dos tipos de espiración: Pasiva: Relación entre el Padre y el Hijo respecto al Espíritu Santo. Esta relación constituye una nueva persona, es subsistente. Activa: Relación entre el Espíritu Santo respecto al Padre y al Hijo.