Proceso y Beneficios del Reciclaje de Vidrio, Caucho y Textiles

Procesos de Reciclaje para Materiales Específicos

Reciclaje de Vidrio

Desde el punto de vista ecológico, los envases de vidrio presentan las siguientes ventajas:

• Su coste de obtención es bajo, ya que la materia prima es abundante.
• Se trata de un material químicamente inerte, por lo que no contamina.
• Su proceso de descomposición es similar al de cualquier roca silícea.
• Los objetos de vidrio son reutilizables.
• El material es reciclable al cien por cien.

Los productos que se comercializan con envases de vidrio pueden hacerlo con envases retornables o no retornables. En el caso de los retornables, el consumidor los devuelve y el envasador los higieniza y los rellena de nuevo. La reutilización o el reciclado son directos y sin apenas costes. Si se trata de envases no retornables, se recogen y se transportan a las plantas de tratamiento, donde se limpian y se trituran. El producto que se consigue puede ser utilizado como materia prima para la obtención de vidrio nuevo.

Etapas del reciclaje de vidrio

El proceso que se sigue en el reciclaje del vidrio pasa por diversas etapas:

1. Recogida selectiva y transporte: Los envases se recogen y transportan a las plantas de tratamiento.
2. Tratamiento en planta: Una vez allí, son convenientemente tratados para garantizar su idoneidad: se limpian, se trituran y se retiran los cuerpos extraños que puedan acompañarlos.
3. Fabricación de vidrio nuevo: En la fábrica, se mezclan las materias primas (sílice, caliza y sosa) con el vidrio limpio y triturado, que recibe el nombre de calcín. Posteriormente, la mezcla se introduce en el crisol para fundirla y obtener el vidrio nuevo.

Al sustituir parte de la materia prima por calcín, se consigue un ahorro de materia prima además de un importante ahorro energético, ya que la sílice funde a temperaturas del orden de 1500 °C, mientras que el vidrio triturado solo necesita temperaturas cercanas a los 800 °C.

Reciclaje de Tejidos

Cada español se deshace cada año de entre 7 y 8 kg de ropa. Una gran parte de ella acaba en la basura, la mayor parte de las veces por desconocimiento de sus posibilidades de aprovechamiento.

En los últimos años, existen ONG y empresas que, en colaboración con los ayuntamientos locales de cada comunidad autónoma, se encargan de recoger ropa usada y calzado en contenedores adecuados. De este modo, obtienen materia prima que tiene diferentes aplicaciones:

• La ropa y el calzado de mejor calidad se destinan al mercado de segunda mano.
• La ropa y el calzado aprovechables sirven para proveer los servicios asistenciales del propio país o se envían a otros países menos desarrollados.
• La ropa deteriorada se vende a empresas de reciclaje textil para hacer trapos, rellenos para colchones, cojines y similares.
• Solo el calzado inservible va directamente a la basura.

Reciclaje de Caucho

Los residuos que generan los derivados del caucho –y de modo particular los neumáticos– tienen dos características básicas que impiden que puedan mezclarse con el resto de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU):

• Su proceso de descomposición biológica es tan lento que, en la práctica, pueden considerarse residuos no biodegradables.
• Poseen una elevada elasticidad que impide su compactación.

La acumulación de estos residuos en vertederos incontrolados genera dos grandes problemas medioambientales: el riesgo de incendio, ya que se trata de materiales fácilmente inflamables, y los problemas de salubridad derivados de la conversión de estos vertederos en hábitats artificiales en los que proliferan los roedores y los insectos.