Procesos Geomorfológicos: Modelado del Relieve Terrestre por Agentes Naturales

Clasificado en Geología

Escrito el 8 de Junio de 2025 en español con un tamaño de 7,83 KB

Dinámica de las Dunas y Procesos Eólicos

Las dunas más características, con forma de medialuna, se denominan barjanes.
La ladera de la duna expuesta al viento se conoce como barlovento y presenta una pendiente suave.
La ladera protegida del viento, denominada sotavento, posee una pendiente más pronunciada.

Presencia de materiales sueltos: El viento solo es eficaz en la movilización de partículas no cohesionadas, como arena o polvo. Las rocas compactas no son afectadas significativamente.
Ausencia de vegetación: La cubierta vegetal, a través de las raíces, fija el suelo y, mediante los tallos y hojas, reduce la velocidad del viento, minimizando así la erosión.

Las Olas: Son movimientos ondulatorios de la superficie del mar, generados principalmente por el viento.
Las Mareas: Consisten en el movimiento periódico de ascenso (pleamar) y descenso (bajamar) del nivel del mar, influenciado por la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol.
Las Corrientes Marinas: Son grandes masas de agua que se desplazan de forma organizada a través de los océanos, asemejándose a "ríos" submarinos, y son cruciales para la distribución de calor y nutrientes.

La erosión marina en la base de los acantilados crea una socavadura. Las rocas situadas por encima de esta socavadura forman un voladizo que, al perder soporte, se resquebraja y finalmente colapsa, provocando el retroceso del acantilado.
La base rocosa erosionada por la acción de las olas y los sedimentos se denomina plataforma de abrasión.

La erosión diferencial es un proceso clave en el modelado de la costa. Se produce cuando la existencia de grietas, debilidades o diferencias en el tipo de roca dentro de una misma zona costera provoca que distintas áreas ofrezcan respuestas variadas a la acción erosiva del mar.
Como resultado, las zonas compuestas por rocas más resistentes forman promontorios o cabos, mientras que en aquellas con rocas más fácilmente erosionables se originan ensenadas o bahías.

Acantilados: Paredes rocosas verticales o subverticales que se forman por la erosión marina.
Arcos naturales: Oquedades que atraviesan los promontorios rocosos, creadas por la erosión diferencial.
Islotes costeros: Restos de antiguos promontorios que han perdido su conexión con el continente debido a la erosión.

Playas: Acumulaciones de sedimentos (arena, grava) en la costa, modeladas por la acción de las olas.
Barras: Depósitos de arena alargados y paralelos a la costa, que pueden estar sumergidos o emergidos.
Flechas: Barras de arena que tienen uno de sus extremos conectado a la costa, extendiéndose hacia el mar o a lo largo de la costa.
Tómbolos: Depósitos de arena que conectan un islote con el continente o con otra isla.
Albuferas: Lagunas costeras parcial o totalmente separadas del mar por una barra arenosa, a menudo con una conexión temporal o permanente con el mar.

Un glaciar es una masa gruesa y persistente de hielo que se forma por la acumulación y compactación de nieve, y que se desplaza lentamente por la superficie terrestre debido a su propio peso y la gravedad.

Compactación: Los copos de nieve, inicialmente ligeros y con mucho aire, se acumulan y compactan progresivamente bajo el peso de nuevas nevadas. Este proceso transforma la nieve en neviza (nieve granulada) y, finalmente, en hielo glaciar, mucho más denso.
Fusión y Recongelación: Las variaciones de temperatura pueden provocar la fusión superficial de la nieve. El agua resultante se filtra a través de las capas inferiores y, al encontrar temperaturas bajo cero, se recongela, contribuyendo a la densificación y cohesión del hielo.

Las mayores extensiones de hielo continental forman los denominados glaciares de casquete o inlandsis, que cubren vastas áreas terrestres, como en Groenlandia y la Antártida.
Los glaciares alpinos, también conocidos como glaciares de valle, se localizan en las zonas de alta montaña de Europa y otras regiones con climas fríos o polares. Se distinguen por las siguientes partes:
- El circo glaciar: Una depresión en forma de cuenco o anfiteatro en la cabecera del glaciar, donde la nieve se acumula y se transforma en hielo.
- La lengua glaciar: La masa de hielo que desciende por el valle, moviéndose lentamente.
- La zona terminal (o frente glaciar): El extremo inferior del glaciar, donde el hielo se funde y deposita los materiales que ha transportado.

Erosión Glaciar: Los glaciares son potentes agentes erosivos. Los materiales rocosos englobados en la masa de hielo actúan como una "lima" gigante al desplazarse el glaciar, desgastando el lecho rocoso. Este proceso se denomina abrasión glaciar.
Transporte Glaciar: El hielo glaciar es capaz de transportar materiales de tamaños muy diversos, desde finos sedimentos hasta grandes bloques, y lo hace a la misma velocidad que el propio hielo, sin segregación por tamaño.
Sedimentación Glaciar: Cuando el hielo glaciar se funde, deposita todos los materiales que transportaba, formando acumulaciones características denominadas morrenas. Las principales son:
- Morrena frontal: Acumulación de materiales en la zona terminal del glaciar.
- Morrena lateral: Acumulaciones de materiales a ambos lados de la lengua glaciar.

El paisaje se transforma significativamente por la acción erosiva y sedimentaria de los glaciares a lo largo del tiempo, dando lugar a formas de relieve únicas.

El viento levanta y arrastra materiales sueltos de tamaño pequeño o medio, un proceso conocido como deflación.
Además, las partículas transportadas por el viento pueden actuar como una lija natural, desgastando las superficies rocosas; este proceso se denomina abrasión eólica.

Dunas: Acumulaciones de arena transportada y depositada por el viento, que adoptan diversas formas según la dirección y fuerza del viento, así como la disponibilidad de arena.
Loess: Extensos depósitos de sedimentos finos (limo) de origen eólico, transportados a grandes distancias y característicos de regiones periglaciares o desérticas.

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