La Proclamación de Juan Carlos I: Claves de la Transición Democrática Española

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El Discurso de Proclamación de Juan Carlos I (1975)

Este documento es un texto político dirigido al pueblo español por el Rey Juan Carlos I el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco. Lo pronunció ante las Cortes Orgánicas y el Consejo del Reino en su investidura como Rey de España, habiendo prestado previamente juramento a los Principios del Movimiento y las Leyes Fundamentales del Franquismo. Mientras, en el Salón de Columnas del Palacio de Oriente, estaba la capilla ardiente de Franco, fallecido en la madrugada del 20 de noviembre, que acto seguido el Rey visitaría acompañado de la Reina Doña Sofía.

Contexto y Propósito de la Designación

Don Juan Carlos tenía 37 años cuando se convirtió en Rey de España, pues Franco lo había designado como su sucesor con el título de Rey en 1969, a pesar de que era a su padre, Don Juan, a quien legítimamente le correspondía serlo. Franco, al designarle como su sucesor, pretendía que la Monarquía que este iba a representar fuese continuadora del régimen franquista. Pero la realidad fue bien distinta: de la mano de la Corona se implantó la democracia en España. En este discurso ya se dejaba entrever un espíritu nuevo que albergaba expectativas democráticas.

Pilares del Nuevo Reinado: Consenso y Reconciliación

En el texto se habla del inicio de una nueva etapa en la historia de España y, sobre todo, hace hincapié en la idea de integrar a todos los españoles, así como en las ideas de consenso y concordia nacional. Se propone a sí mismo como «moderador del sistema constitucional y promotor de la justicia». El Rey estaba definiendo a la Monarquía como institución integradora y reconciliadora de los vencedores y vencidos, 36 años después de acabada la Guerra Civil. Anunciaba así a los hombres del franquismo que esperaban de la Monarquía la continuidad del régimen, que esta inauguraba una nueva etapa.

Reconocimiento de la Diversidad Territorial

También hace un reconocimiento de las peculiaridades regionales en su cultura, historia y tradiciones, dentro de la unidad del Reino, lo que supuso una primera aproximación al reconocimiento de los nacionalismos que posteriormente se concretarían en el Estado de las Autonomías.

Garantía de Derechos y Libertades

Asimismo, hace un reconocimiento de los derechos sociales y económicos y del ejercicio de las libertades.

Menciones a Instituciones Clave

Por último, hace una concesión al Ejército, uno de los pilares del régimen franquista, al exaltar su patriotismo, y a la Iglesia, expresándole su respeto y consideración.

La Transición Española: Ruptura o Reforma

El texto se enmarca en el inicio de la etapa histórica conocida como la Transición Española. Ante la muerte de Franco se presentaban básicamente dos alternativas políticas:

  • La ruptura o desaparición drástica de su régimen, preconizada por parte de la oposición que había formado la Junta Democrática.
  • La reforma desde dentro de la propia legalidad del sistema.

El Rey optó claramente por esta segunda fórmula al nombrar como Presidente del Gobierno, en sustitución de Arias Navarro, a un hombre del régimen, Secretario General del Movimiento, Adolfo Suárez. Este, partiendo de la legalidad vigente, dirigió el desmantelamiento del franquismo. Para dar credibilidad a los proyectos de cambio, se puso en marcha el proyecto de Ley para la Reforma Política, que fue aprobado por las Cortes y por el pueblo en un referéndum en 1976. Esta ley acababa con el régimen de Franco y establecía un sistema bicameral basado en el sufragio universal y la legalización de los partidos políticos. Es indudable que la presión y el nivel de movilización de las fuerzas de oposición contribuyeron a que el poder acelerara lo que se ha dado en llamar la ruptura pactada. Esta oposición se organizó en la Convergencia Democrática, cuyo programa mínimo exigía la amnistía total, libertades políticas y una reforma constitucional profunda. En definitiva, la ruptura pactada entre el poder y la oposición consiguió encarrilar el proceso de transición política.

Legado de la Transición

El gran mérito de la Transición Española fue conseguir el paso de la dictadura a la democracia sin provocar un nuevo enfrentamiento civil. A partir de la Constitución de 1978, España recuperaba las libertades y las elecciones libres y pluripartidistas que acercaron a nuestro país al resto de los estados democráticos europeos.

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