Proclamación de la Segunda República Española y Constitución de 1931: Reformas y Contexto Histórico
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De la Monarquía a la República: Elecciones de 1931 y Proclamación de la Segunda República
Tras la dimisión de Primo de Rivera en 1930 y el fallido gobierno del general Berenguer, el almirante Aznar convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. El desgaste de la monarquía, que había apoyado el régimen de Primo de Rivera, propició una victoria arrasadora de los partidos de izquierda (republicanos y socialistas). El 14 de abril, al conocerse los resultados electorales, se proclamó la República por toda España. Los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián constituyeron un gobierno provisional y convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, en las que venció la coalición republicano-socialista. Niceto Alcalá Zamora fue nombrado jefe de gobierno. En diciembre se aprobó la Constitución de 1931.
Constitución de 1931: Características Principales
La Constitución de 1931 presentaba las siguientes características:
- Contenía una extensa declaración de derechos y libertades. Destaca el sufragio universal, incluyendo el femenino por primera vez en España.
- Establecía la propiedad privada, pero la subordinaba al derecho de expropiación por el interés público.
- Las Cortes, elegidas cada cuatro años, constituían la representación principal del pueblo. Constaban de una sola cámara y poseían en exclusiva el poder legislativo.
- El Presidente de la República, Jefe de Estado, era elegido cada seis años por los diputados y los compromisarios. El Presidente nombraba al Jefe de Gobierno y, junto a este, a los Ministros, que debían ser ratificados por las Cortes.
- El poder judicial era totalmente independiente.
- Se definía un nuevo modelo de distribución territorial, previendo que un conjunto de provincias se constituyera como región autónoma, pero prohibiendo la federación de regiones autónomas.
- Se establecía la disolución de las congregaciones religiosas.
Esta constitución poseía un talante claramente progresista, siendo una de las más avanzadas de su época.
El Gobierno de Manuel Azaña y las Reformas de la Segunda República
Tras la aprobación de la Constitución, Manuel Azaña sustituyó a Alcalá Zamora como jefe de gobierno, quien pasó a ser Presidente de la República. Durante el gobierno de Azaña se iniciaron numerosas reformas:
Reforma Religiosa
Se secularizó la sociedad, permitiendo la libertad de culto, el matrimonio civil y el divorcio. Estas reformas hicieron resurgir movimientos anticlericales en la población, que desembocaron en el incendio de numerosos conventos e iglesias.
Reforma Militar
Los principales objetivos fueron la reducción de gastos, la profesionalización del ejército y la eliminación de la gran proporción de oficiales por cada soldado. Esto se consiguió con la Ley de Retiro de los Oficiales. Además, se buscaba la fidelización del ejército a la República, con el fin de evitar su intervención en la vida política.
Reforma Agraria
En 1932 se promulgó la Ley de Reforma Agraria, que pretendía la modernización de la agricultura mediante la expropiación de las tierras de los Grandes de España (una parte de la alta nobleza) y las tierras cultivadas deficientemente. La aplicación de esta ley originó un considerable aumento de la tensión social.
Reforma Laboral
El socialista Largo Caballero impulsó una reforma laboral que estableció la semana laboral de 40 horas, promovió el aumento de los salarios, estimuló la creación de seguros sociales y reforzó el papel de los sindicatos agrícolas.