Las Proposiciones Subordinadas Sustantivas: Guía Completa

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Las Proposiciones Subordinadas Sustantivas

La proposición subordinada sustantiva desempeña en la oración compuesta funciones propias del sustantivo o nombre o del SN. Se pueden sustituir fácilmente por SN que desempeñan la misma función sintáctica:

El candidato propone que se lleve a cabo su agresivo plan

El candidato propone un agresivo plan

El Nexo de las PSS

Pueden contener un verbo en forma personal o un infinitivo. Las que llevan verbo en forma personal van introducidas por diferentes nexos, a diferencia de las que contienen un infinitivo, que nunca los llevan. Los nexos son los siguientes:

  • La conjunción que, precedida o no de preposición. Introduce PSS que realizan las siguientes funciones: S, CD, C Reg., CN, C Adj.
  • La conjunción si en interrogativas indirectas totales, a veces precedida de preposición. Suelen desempeñar las funciones de CD, C Rég., CN.
  • Los pronombres, determinantes o adverbios interrogativos qué, cuál, quién, dónde, cuándo, cómo, cuánto en interrogativas indirectas parciales, en ocasiones, precedidos de preposición. Suelen realizar las funciones de CD, CRég. y CN.
  • Un relativo (quien, que o precedido de artículo, el que, la que, los que, las que, lo que, cuanto) sin antecedente expreso. En este caso, se trata de proposiciones adjetivas sustantivadas, las cuales pueden llevar a cabo todas las funciones del SN.

A continuación, examinaremos las diferentes funciones sintácticas que pueden realizar estas proposiciones:

Subordinadas Sustantivas de Sujeto

Desempeñan la función de sujeto del verbo principal y suelen tener las siguientes estructuras.

  • CI+ un verbo intransitivo+subordinada sustantiva.
  • SER+atributo+subordinada sustantiva.
  • Verbo en estructura de pasiva refleja+subordinada sustantiva.

Subordinadas Sustantivas de CD

Desempeñan la función de CD del verbo principal. Este suele ser un verbo de comunicación (decir), un verbo de entendimiento (saber), un verbo de percepción (ver), un verbo de pensamiento (pensar) o un verbo de deseo o temor (querer).

En ellas hay que distinguir entre el estilo directo y el estilo indirecto; en el primer caso (cita textual), se reproduce literalmente lo dicho o lo pensado por otra persona. Se presenta con un verbo de comunicación al que siguen los dos puntos o las comillas (o bien que sigue a los guiones o se intercala entre ellos). En el segundo caso, lo dicho o pensado por otra persona sufre cambios en la expresión: aparece un nexo, desaparecen los signos de puntuación y se cambia el tiempo verbal. Ejemplos:

Me contestó: “¡No quiero saber nada de este asunto!”

Me contestó que no quería saber nada de este asunto.

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