Prosa didáctica del Siglo de Oro español

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La prosa didáctica responde a la intención de dar a las cosas un enfoque pedagógico. Se utilizó para propagar el pensamiento político, filosófico, moral y literario de la época. Como se expone a continuación, en ella pueden distinguirse varios tipos.

La prosa doctrinal

Son escritos de tipo reflexivo-filosófico. Su máximo representante es Baltasar Gracián, quien se caracterizó por el ingenio verbal, por la precisión y el rigor expresivos. La lengua se hace en Gracián escrita, fiel a su lema “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Persiguió la máxima concisión y alcanzó una lengua hermética, dirigida a una minoría culta.

Toda su obra responde a una intención doctrinal en busca de un modelo de persona capaz de superar los vicios. Para ello, crea tipos ideales que sirvan de modelos en la vida diaria.

Obras más importantes de Baltasar Gracián:

  • El héroe. Exposición de las virtudes que debe reunir una persona para triunfar socialmente.
  • Oráculo manual y arte de prudencia. Conjunto de sentencias en las que da a conocer sus ideas filosóficas y marca las pautas para conseguir el triunfo de la existencia. Cada uno de los aforismos es una regla de prudencia o juicio y va seguido de su glosa explicativa.
  • Agudeza y arte de ingenio. Obra que plantea problemas teóricos de la Retórica.
  • El criticón. Relato de estructura narrativa cuyos protagonistas son símbolos de educación y sabiduría. A través de la alegoría reflexiona sobre didactismo y moral.

La prosa filológica

El triunfo del humanismo en el siglo XVI se caracterizó por la importancia de la palabra como eje fundamental del pensamiento. Esta importancia se refleja en la nueva consideración de las lenguas vulgares, tan importantes como el latín, consideración que supone su estudio en todos sus aspectos.

Aparecen obras dedicadas al estudio de la lengua española: gramáticas, ortografías, vocabularios, estudios sobre el origen de la lengua española. Una gran parte de estos libros están centrados en la enseñanza del español a los extranjeros; en este terreno son notables los diálogos bilingües para adquirir los recursos de la conversación. En otros casos se trata de obras literarias anotadas (Celestina, Amadís de Gaula, Diana o la creación cervantina) o de libros básicos para el conocimiento del idioma en la época clásica, como El diálogo de la lengua, de Juan de Valdés. Algunas obras de esta época clásica, como los trabajos de Sebastián de Covarrubias y de Bernardo de Aldrete, siguen manteniendo su interés hasta el día de hoy.

  • Sebastián de Covarrubias. Fue autor del Tesoro de la lengua castellana o española, un diccionario de carácter enciclopédico y de gran envergadura. Aún hoy se mantiene como importante obra de consulta por las informaciones sobre la época que contiene.
  • Bernardo de Aldrete. En Origen y principio de la lengua castellana enuncia muchas de las leyes fonéticas relativas a la transformación de los sonidos latinos al pasar al castellano, confirmados después por la lingüística moderna.

La oratoria sagrada

Esta corriente prosística tenía por objeto dar a conocer las doctrinas religiosas, defenderlas y robustecer la fe. Las piezas oratorias reciben el nombre genérico de sermones. Fray Hortensio Félix Paravicino representa la cumbre de la oratoria sagrada del Barroco. Sus múltiples sermones quedaron recopilados en sus Oraciones evangélicas y en Obras póstumas divinas y humanas.

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