La Prosperidad y Crisis de los Felices Años Veinte
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Los Felices Años Veinte de Estados Unidos
2.1 La Prosperidad Estadounidense
Paralelamente a la gran expansión internacional de la economía estadounidense, el aumento de la demanda interna fomentó una etapa de **prosperidad** conocida como los **Felices Años Veinte**. Este crecimiento económico se basó en la mejora de la productividad, la disminución de los costes de producción y en el uso de nuevos productos.
En la década de 1920 se popularizó el uso de nuevos bienes como los **electrodomésticos**, el **teléfono**, la **radio** y el **automóvil**. Aunque el coste de ellos era elevado, todo se podía obtener gracias al **crédito** y la **venta a plazos**. Fue la llamada "revolución de los consumidores". A finales de la década, el **16,7%** de los estadounidenses tenían su propio automóvil.
La industria del automóvil impulsó el desarrollo de sectores industriales existentes y de otros nuevos.
Otro motor de la expansión fue la **construcción**, un sector intensivo en mano de obra y, por tanto, de creación de **empleo**. En estos años empezaron a construir gran parte de los **rascacielos** de las grandes ciudades. A partir del fuerte crecimiento urbano, las ciudades se expandieron y surgieron nuevos **barrios obreros**.
Entre 1922 y 1929, la economía creció; muchos estaban convencidos de que se había entrado en una época de **prosperidad permanente**.
2.2 Desequilibrios y Desigualdades
Las ganancias de la prosperidad no se distribuyeron por igual entre la población. Los **beneficios empresariales** y los **dividendos** de las acciones crecieron a un ritmo mucho más elevado que los **salarios**. Por otra parte, las industrias tradicionales entraron en crisis ante la disminución de la demanda, y los trabajadores, muchos de ellos de origen **afroamericano**, tuvieron que desplazarse a las áreas urbanas y cambiar de empleo, casi siempre con un salario inferior.
De este modo, la **capacidad adquisitiva** de muchos estadounidenses no era suficiente para absorber el aumento de la producción, resultado de la **fabricación masiva** y en serie y del aumento de la productividad.
Por otra parte, los **agricultores** que se habían endeudado durante la guerra para aumentar la producción obtenían menos ingresos debido a la disminución de las **exportaciones** y de los **precios**. Todo ello provocó la ruina de millones de granjeros, que tuvieron que malvender sus tierras y emigrar a las ciudades.
2.3 La Fiebre Bursátil
En pocos años, la **sobreproducción** empezó a ser un problema para la economía estadounidense.
Así llegó el momento en el que las ventas de las empresas no podían seguir aumentando porque la demanda crecía más lentamente que los beneficios. Como consecuencia, a partir de 1926, una parte creciente de las ganancias empezaron a dirigirse hacia la compra de **acciones** en la **Bolsa**.
La buena situación de las empresas y la continua demanda de acciones provocaron el aumento de su precio en la bolsa. El alza del valor de las acciones generó una **burbuja especulativa** en la que el precio de las acciones aumentó sin tener relación con el valor real de la empresa.
El continuo ascenso del valor de las acciones hizo que muchos pequeños inversores se endeudaran para invertir en Bolsa, convencidos de que podrían devolver los créditos vendiendo una parte de sus acciones. Mientras el precio de las acciones mantuvo su tendencia al alza, la **euforia** continuó y los préstamos pudieron devolverse sin problemas.
2.4 El Crac Bursátil de 1929
Ante el convencimiento de que las cotizaciones no podían subir indefinidamente, algunos inversores empezaron a poner sus acciones a la venta con la esperanza de seguir obteniendo buenos beneficios. Frente a la masiva oferta de títulos, las cotizaciones comenzaron a **bajar**. El resultado de ello fue un efecto en cadena que hizo incrementar todavía más el número de acciones a la venta.
En el llamado **Jueves Negro** de la historia financiera de Estados Unidos, el pánico se apoderó de los inversores. Durante ese día, **13 millones** de títulos fueron puestos a la venta sin que encontrasen comprador, lo que provocó la caída en picado de su valor y, en unas horas, el mercado perdió **10,000 millones de dólares**.