La Protección Divina: Viudas, Huérfanos y la Alianza de Dios con Israel
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La Situación de los Desprotegidos en el Antiguo Israel
En la sociedad del antiguo Israel, ciertos grupos eran especialmente vulnerables y requerían una protección especial, tal como se refleja en la Ley de Dios.
La viuda
La viuda no tenía derecho a heredar nada de su marido. Para asegurarse su sustento, necesitaba de alguien que le diese su protección. La Ley de Dios obligaba a que fuera atendida por un pariente cercano de su esposo, lo que suponía una gran carga para él.
El huérfano
El huérfano vivía también una situación muy complicada. En muchas ocasiones, el fallecimiento de su padre le hacía heredar las deudas que este había contraído. Al no estar protegido o tener deudas que no podía pagar, era tomado como esclavo para así poder tener un medio de sustento o para saldar la deuda con los acreedores.
El emigrante
El emigrante era considerado como un extraño en el pueblo de Israel. No tenía ningún derecho a poseer tierras. Esta circunstancia le llevaba a vivir una situación de indigencia que le hacía depender de la limosna y la caridad.
El Mandato Divino de Protección
La Ley de Dios obligará a proteger y ayudar al huérfano, a la viuda y al emigrante. Dios recuerda a Israel que ellos también fueron extranjeros y esclavos en Egipto, un pilar fundamental de su identidad y legislación.
La Historia de la Salvación: Acontecimientos y Alianzas
Acontecimientos Clave del Antiguo Testamento
- El pecado original: La desobediencia de Adán y Eva que marcó el inicio de la historia humana fuera del paraíso.
- El diluvio universal: El rescate de la creación a través de Noé y su familia, un símbolo de un nuevo comienzo.
La Alianza de Dios con el Pueblo de Israel
Dios escoge al pueblo de Israel para revelarse y comenzar con él una historia de salvación. Esta relación se sella a través de varias alianzas fundamentales:
La Alianza con Abraham
Dios llama a Abraham para que salga de su tierra con la promesa de convertirle a él y a sus descendientes en un gran pueblo.
Moisés y el Dios Liberador
Los descendientes de Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham, viven como esclavos del faraón de Egipto. Dios elige a Moisés para liberar a los hebreos de la opresión egipcia y entregarles su Ley en el Sinaí.
David y la Promesa de un Reino
Después de un tiempo bajo el gobierno de los jueces, el profeta Samuel, por mandato de Dios, unge a un rey para que establezca el orden y la justicia en su pueblo. Dios escoge a David para suceder en el trono al rey Saúl. Esta alianza implica la promesa de un reino que durará para siempre, cuyos signos serán la construcción de la casa de Dios, el Templo de Jerusalén (que construirá el rey Salomón), y el trono real.
Jesús, el Mesías en el Nuevo Testamento
Jesús es el Mesías, figura central del Nuevo Testamento. Como rey descendiente de David, ha sido enviado por Dios para conducir a la humanidad hacia la liberación y la salvación definitiva, fundamentada en el amor y la misericordia.
El Siervo de Yahvé
Esta figura profética se atribuye a un hombre elegido por Dios para conducir a Israel según los preceptos divinos, un título que el cristianismo aplica a Jesús, quien cumple su misión a través del servicio y el sacrificio.