Protección contra la Gripe: Adaptación Anual de Vacunas y Vigilancia Global

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La Vacuna Antigripal: Una Adaptación Anual Indispensable

Los virus de la gripe humana se encuentran en constante evolución, debido a la acumulación de mutaciones en todos sus genes. Si estas mutaciones provocan algún cambio en las moléculas de su envoltura, los anticuerpos fabricados en nuestro organismo con anterioridad a estos cambios ya no pueden neutralizar a esa nueva variante del virus. La vacuna contra la gripe se fabrica con componentes de los diferentes tipos de virus que causan epidemias actualmente. Su composición debe revisarse cada año para modificarla en función de las variantes que en ese momento circulen por la población.

El Riesgo de Pandemias: Cambios Drásticos en el Virus

Además de los cambios pequeños, responsables de las epidemias anuales, los virus humanos de la gripe adquieren cada pocas décadas cambios drásticos. Cuando esto ocurre, el virus resultante posee antígenos nuevos contra los que no existe inmunidad previa en las personas. La consecuencia es una pandemia.

Redes de Vigilancia Sanitaria Global

Para seguir la evolución de las enfermedades y detectar nuevos gérmenes se han puesto en marcha sistemas de vigilancia en todo el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desarrollado el sistema de alerta de GOARN (Global Outbreak Alert and Response Network) que centraliza la información recogida por los poderes públicos, investigadores, médicos, ONG, etc. Algunos de estos sistemas están especializados en una única enfermedad, como FluNet, sobre la evolución de la gripe, que envía cada año información sobre la evolución del virus de la gripe a las empresas farmacéuticas para que puedan poner en el mercado las vacunas más eficaces.

La Carrera Continua: Investigadores Frente a Microorganismos en Evolución

Los gérmenes responsables de las enfermedades infecciosas no dejan de evolucionar. Los virus están en mutación permanente y las bacterias se hacen resistentes a los antibióticos. Los investigadores trabajan para tener un mejor conocimiento de los agentes infecciosos, con la esperanza de poder desarrollar fármacos. En una carrera contra el tiempo, deben permanentemente:

  • Poner a punto nuevas vacunas.
  • Desarrollar medicamentos.
  • Crear test de diagnóstico.

Este esfuerzo constante es crucial para mantener la salud pública frente a las amenazas emergentes.

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