Prótesis de Rodilla: Recuperación y Calidad de Vida
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Prótesis de Rodilla: Una Solución para el Dolor Articular y la Movilidad
La prótesis de rodilla implica la sustitución o reemplazo de la articulación dañada por una articulación artificial, fabricada con metal y otros materiales avanzados, diseñada para replicar fielmente la función de la rodilla nativa. Esta nueva articulación artificial está concebida para imitar todas las características de la rodilla original: permitirá el movimiento previo, estabilizará la articulación al igual que lo hacían los ligamentos y será capaz de transmitir el peso corporal de manera eficiente. A diferencia de la rodilla nativa, carece de sensibilidad, lo que elimina el dolor derivado del desgaste articular.
Indicaciones para una Prótesis de Rodilla
La prótesis de rodilla se considera el último recurso para tratar los daños severos del cartílago, especialmente cuando otras opciones terapéuticas han fracasado.
La principal causa que requiere la implantación de una prótesis es la artrosis de rodilla, una condición degenerativa que afecta gravemente la articulación.
Durabilidad de la Prótesis de Rodilla
En la prótesis de rodilla, se introduce un componente de polietileno que actúa como elemento de deslizamiento, sobre el cual se produce la fricción durante el movimiento. Este componente busca imitar las propiedades mecánicas del cartílago para minimizar el desgaste de la articulación artificial.
Con el tiempo, el polietileno puede desgastarse, liberando micropartículas que son engullidas por las células defensivas del cuerpo. Estas células pueden proliferar y atacar el hueso y otros tejidos circundantes, lo que puede llevar al aflojamiento de la prótesis, un fenómeno conocido como “enfermedad de partículas”. Aunque todos los tipos de prótesis incorporan este material, en los últimos años se ha logrado desarrollar un polietileno mucho más resistente, mejorando significativamente la longevidad de los implantes.
Por ello, será necesario esperar otros 15 años para determinar con precisión cuánto duran las prótesis actuales. Los registros más recientes indican un porcentaje de recambio de prótesis a los 10 años del 5%, una cifra que probablemente será aún menor con las prótesis de última generación, pudiendo alcanzar una durabilidad de 25-30 años en la mayoría de los casos.
El Procedimiento Quirúrgico de la Prótesis de Rodilla
La intervención es realizada por un equipo de dos o tres traumatólogos y tiene una duración aproximada de una hora y media.
La cirugía se lleva a cabo utilizando un torniquete neumático para minimizar la pérdida de sangre. El tipo de anestesia más común es la raquídea, que consiste en adormecer las piernas mediante una infiltración en la espalda, complementada con sedación para asegurar el confort del paciente durante la intervención.
Se administran antibióticos de forma sistemática para prevenir infecciones y se reserva sangre compatible en caso de ser necesaria durante los días de recuperación (ocurre en menos del 5% de los casos).
Tipos de Prótesis de Rodilla
Existen diferentes tipos de prótesis de rodilla, diseñadas para adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente y al grado de daño articular. A continuación, se describe uno de los tipos más comunes:
Prótesis Unicompartimental de Rodilla
En este tipo de intervención, se sustituye únicamente una de las dos partes de la articulación entre el fémur y la tibia, generalmente la medial.
Los candidatos ideales para esta intervención deben presentar ligamentos íntegros y el resto del cartílago de la rodilla en buen estado.
La recuperación tras esta intervención es más rápida que la de una prótesis total de rodilla, y se realiza a través de una incisión menor, de aproximadamente 10 centímetros.
Es fundamental consultar con un especialista en traumatología para determinar el tipo de prótesis más adecuado y el plan de tratamiento personalizado.