De Ptolomeo a Copérnico: La Evolución de los Modelos Cosmológicos y el Desplazamiento del Centro del Universo
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Sistemas Geocéntrico y Heliocéntrico: El Desafío al Antropocentrismo
Las ideas que situaban a la especie humana en el centro del Universo se conocen como perspectiva antropocéntrica. Superarla ha sido un proceso lento y costoso, a lo largo del cual los científicos han debido luchar contra prejuicios, mitos y supersticiones.
El Modelo Geocéntrico de Ptolomeo
Ptolomeo planteó un modelo del Universo con la Tierra en el centro, alrededor de la cual giraban la Luna, el Sol y las demás estrellas. Aunque posteriormente se demostró su incorrección, este modelo se aceptó durante varios siglos.
Con el paso del tiempo, la observación práctica del cielo se fue generalizando y aumentó el número de astrónomos y de observatorios. El sistema geocéntrico propuesto por Ptolomeo ya no era satisfactorio y hacía falta una auténtica revolución de ideas que barriera la apatía y el estancamiento de largos siglos. Su artífice fue Nicolás Copérnico, quien dio un nuevo impulso a la investigación y la observación astronómicas.
La Revolución Copernicana y el Sistema Heliocéntrico
La teoría de Copérnico establecía que la Tierra giraba sobre sí misma una vez al día, y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor del Sol, que, según su teoría, era el centro del Universo. De ahí que a este planteamiento se le denominara sistema heliocéntrico.
Sin embargo, Copérnico aún mantenía algunos principios de la antigua cosmología, como la idea de las esferas dentro de las cuales se encontraban los planetas y la esfera exterior donde estaban inmóviles las estrellas.
El Desplazamiento del Centro: Tres Revoluciones Científicas
El proceso de descentralización de la humanidad en el cosmos se consolidó a través de descubrimientos fundamentales que redefinieron nuestra posición:
La Inmensidad del Universo
La estructura del Universo ha resultado ser mucho más compleja que como la describía Copérnico, y sus dimensiones son inmensamente mayores. El Sol es uno más entre todas las estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea. En uno de sus brazos se encuentra nuestro Sistema Solar, girando alrededor del eje de la galaxia a grandes velocidades. Aun así, tarda 230 millones de años en completar una vuelta, periodo conocido como Año Galáctico.
El Descubrimiento del Tiempo Profundo
Hasta hace poco más de dos siglos, se creía que la Tierra tenía unos 6000 años de antigüedad, que había sido creada para ser la morada de la humanidad y que su edad coincidiría con el tiempo que lleva existiendo la especie humana. No resultó fácil aceptar la realidad, que indicaba que la Tierra tiene unos 4560 millones de años.
La Evolución Biológica
Charles Darwin mostró que las especies cambian a lo largo del tiempo, que están emparentadas unas con otras y que todas ellas, incluida la nuestra, tienen un origen común.
En definitiva, no ocupamos el centro del Universo, ni la Tierra ha sido creada para que nos sirviese de morada, y somos una especie entre muchas. Sin embargo, que sepamos, la nuestra es la única capaz de reflexionar acerca de la estructura del Universo y de su propia existencia.