Rabos de Lagartija de Juan Marsé: Claves de una Obra Maestra de la Posguerra

Contexto y Trama Principal

Rabos de lagartija es una novela escrita por Juan Marsé, publicada en el año 2000, que coincide con la novela histórica que se da en España a finales de los 90. Marsé se inicia en la novela de realismo social y evoluciona hasta la corriente renovadora. En los suburbios de la Barcelona de posguerra transcurren las difíciles vidas de unos golfillos que inventan historias que mezclan con la realidad sórdida y brutal, a consecuencia de la Guerra Civil y la sociedad de la dictadura franquista.

Vencedores y Vencidos: El Conflicto Central

En esta obra ya no se trata del contraste o el enfrentamiento entre clases sociales, sino de un progresivo acercamiento entre vencedores y vencidos. La creciente atracción entre el inspector Galván y Rosa nace del respeto y de la estima por las cualidades personales, al margen de las ideas políticas o de la posición social de cada uno, aunque se verá perturbada por la interposición de David, cuya infancia ha sido destruida por la guerra, de tal modo que su trágico final acaba por tener un valor simbólico.

Las dos salidas posibles, el amor y la fantasía, acaban cediendo frente a la fatalidad y la muerte. El amor y la fantasía de David constituyen los ejes sobre los que giran el conflicto y la trama de la novela. El amor a su madre, a su perro Chispa y a su amigo Paulino es el camino irreversible que conduce inevitablemente a su enfrentamiento con Galván, al desenlace mortal de Chispa, al final dramático de Rosa y a la suerte adversa de Paulino.

La Innovación en la Voz Narrativa

La estructura y la voz narrativas de esta novela son impactantes, ya que quien cuenta la historia lo hace desde el pasado, pero ya en el presente. Ese particular juego narrativo se enriquece cuando descubrimos que el narrador, Víctor Bartra, cuenta la historia cuando aún se estaba gestando en el vientre materno. Eso dota al relato de una fuerza sobrecogedora, sobre todo cuando llegamos al desenlace, y entendemos algunas pistas que ha ido lanzando Marsé a lo largo de la historia.

En cualquier caso, y aquí descansa la técnica narrativa de la novela, se permite la alternancia de puntos de vista sucesivos, de modo que deja la voz a los demás personajes. Esta estructura poliédrica de puntos de vista provoca como consecuencia inmediata la ruptura del curso temporal de la historia.