Racionalismo y Le Corbusier: Fundamentos y Obras Clave de la Arquitectura Moderna
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Racionalismo: Adaptación y Funcionalidad en la Arquitectura Moderna
El Racionalismo busca adaptar las técnicas modernas de construcción a las necesidades funcionales del ser humano. Esta corriente plantea la búsqueda de una arquitectura basada en la razón, que utiliza formas simples y volúmenes elementales.
El estilo se inicia en 1919 con la creación de la Bauhaus, una escuela fundamental en el desarrollo de la arquitectura moderna. En la Bauhaus, destaca la comunicación entre el interior y el exterior, propiciada por la transparencia de sus muros de cristal.
Estas ideas también fueron compartidas por los renovadores de la arquitectura holandesa, reunidos en torno al periódico De Stijl. Inspirados por el geometrismo del pintor Mondrian, reconstruyeron la arquitectura de su país tras la Primera Guerra Mundial.
Le Corbusier (1887-1965): El Arquitecto de la Proporción Humana y el Urbanismo Moderno
El ser humano fue el centro de la preocupación de Le Corbusier. Sintió la necesidad de establecer proporciones y cánones a partir de medidas humanas que fijaran las dimensiones estandarizadas de todos los objetos. Estas reglas quedaron recogidas en su obra Modulor, en la que postuló el orden armónico en la arquitectura, regulada por un canon de proporciones humanas. Fijó el Modulor en 2,16 metros, equivalente a la altura de un hombre de 1,75 metros con el brazo alzado.
Le Corbusier como Urbanista
Concibió un plan para la ciudad contemporánea de 3 millones de habitantes. Según él, debía estar formada por hileras de rascacielos que convergerían radialmente hacia el centro, donde se situarían los centros de poder y los comercios. Los inmuebles se distanciarían entre sí 500 metros y estarían separados por espacios verdes. Lo puso en práctica en 1958 en Chandigarh, India.
Le Corbusier como Arquitecto: Principios y Obras Emblemáticas
Su máxima preocupación fue la casa, tanto la villa individual como el bloque de pisos. En 1926 publicó el libro Los cinco puntos de la nueva arquitectura, donde sistematizó sus principios básicos:
- La planta libre: El sistema de pilares y la ausencia de muros de carga permite que cada piso pueda ser distribuido independientemente.
- Fachada libre: La fachada puede diseñarse en función de las necesidades de cada piso.
- Los pilares (pilotis): La casa queda libre y aislada del suelo gracias a los pilares que la elevan del terreno.
- La ventana longitudinal: Al perder el muro su función sustentante, se diseñan ventanas alargadas que proporcionan una mayor iluminación.
- Los techos-jardín: Aprovechamiento de la cubierta para crear espacios verdes y de ocio.
Villa Saboya (1930): Un Manifiesto del Racionalismo
Realizada en 1930, la Villa Saboya es un paralelepípedo blanco apoyado sobre pilotes. La construcción está enteramente pintada de blanco y se asemeja a una gran caja elevada sobre el terreno por una serie de pilotes que forman una estructura reticular, permitiendo el movimiento de un vehículo entre ellos para que los pasajeros puedan acceder directamente a la puerta de la casa.
En la planta baja se encuentran, además del garaje, el vestíbulo y la zona de servicio. Una rampa conduce a la primera planta, donde se encuentran el comedor, la sala de estar, los dormitorios, la cocina, los baños y una terraza jardín. Por último, siguiendo la rampa, se accede a la azotea, concebida como solárium y como continuación del jardín de la primera planta.
Unidad de Habitación de Marsella (1947): La Ciudad Vertical
La Unidad de Habitación de Marsella (1947) es la mejor comprobación de sus teorías sobre la humanización de la arquitectura en viviendas colectivas. Le Corbusier fijó cuatro elementos esenciales para la vida en comunidad: habitación, trabajo, circulación y cultivo del cuerpo y del espíritu.
Es un colosal bloque residencial alzado sobre pilotes, por lo que el espacio de la planta inferior queda liberado para funciones de circulación y recreo. Fue proyectada como una pequeña ciudad-jardín vertical que debía satisfacer las necesidades básicas de sus habitantes.
El edificio cuenta con una zona comercial de dos plantas que también incluía un salón de actos, un restaurante y una zona de lavandería. En la azotea se encontraba una pista de atletismo, un gimnasio, una guardería y una enfermería. Tiene planta y fachada libre, y emplea enormes ventanas longitudinales que proporcionan una gran iluminación al interior. Estaba pensada para fomentar la integración y el crecimiento urbanístico al concebirse como un elemento modular.