Radicalización y Guerra Civil Española: Causas, Sublevación y Apoyos

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La Radicalización de la II República (1934-1936)

Desde 1934, la II República Española experimentó una creciente radicalización de sus fuerzas sociales. Por un lado, la izquierda revolucionaria se movilizó, recurriendo tanto a la rebelión (como en Asturias, en octubre de 1934) como a la movilización de masas en las calles (siguiendo las posiciones de Largo Caballero dentro del PSOE).

Por otro lado, se consolidó el discurso del Nuevo Estado Español, defendido por Falange Española. Este discurso se basaba en la idea de un estado tradicional, católico y unitario, y en el uso de la violencia para alcanzar sus objetivos.

Las elecciones de febrero de 1936 y el triunfo del Frente Popular intensificaron aún más esta radicalización. La tensión culminó con el asesinato del líder conservador Calvo Sotelo y, posteriormente, con la sublevación militar del 18 de julio de 1936, conocida como el Alzamiento Nacional, liderado por los generales Mola, Sanjurjo y Franco.

Argumentos de Franco para la Sublevación

El discurso de Franco para justificar el levantamiento contra la II República se basó en los siguientes argumentos:

  1. España atraviesa una situación crítica: El orden constituido se está derrumbando, y es necesario intervenir en defensa del Estado.
  2. Las autoridades republicanas fomentan la violencia: Franco acusa a los políticos de la República, y en especial a Azaña, de debilidad e inoperancia, siendo incapaces de contener el desorden social y las huelgas.
  3. Ataques a la Iglesia y al Ejército: Este argumento recoge el malestar de los sectores conservadores y monárquicos ante lo que consideraban ataques a estas instituciones.

El Inicio de la Guerra Civil: Alzamiento y Resistencias

Distribución Geográfica del Alzamiento

El mapa del 18 de julio de 1936 muestra el inicio de la Guerra Civil. Las regiones que apoyaron el Alzamiento fueron: Canarias, Castilla y León, Aragón, Navarra, Galicia, Baleares, Cádiz y Sevilla. Por otro lado, los principales focos de resistencia fueron: Madrid, el Cinturón de Hierro de Bilbao, Asturias, Málaga, Valencia y Cataluña.

Este posicionamiento geográfico refleja que en las provincias donde predominaba la burguesía conservadora y terrateniente, más vinculada con la tradición católica, y en Navarra (donde el carlismo tenía un fuerte peso), el apoyo a la sublevación fue inmediato. En contraste, en Madrid, sede del gobierno de la República, la resistencia fue mayor, destacando el papel del PCE en la defensa de la ciudad. De manera similar, en las regiones industrializadas, donde el movimiento obrero era más fuerte, se resistió el embate de las tropas franquistas.

Apoyos Internacionales

Durante el conflicto (entre julio de 1936 y abril de 1939), ambos bandos contaron con apoyos exteriores. Aunque oficialmente no entraron en guerra, Hitler y Mussolini apoyaron a Franco, viendo la oportunidad de expandir el fascismo en Europa y contener la revolución socialista.

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