Razón y Fe en Santo Tomás de Aquino: Un Estudio sobre su Compatibilidad

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Razón y Fe en el Pensamiento de Santo Tomás de Aquino

En el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino se erigió como un innovador al abordar la relación entre la razón y la fe, dos conceptos que parecían incompatibles en el contexto de la tradición cristiana. La creciente influencia de Aristóteles y su valoración de la razón humana presentaban un desafío a las ideas establecidas. Para Aristóteles, la razón poseía autonomía frente a la fe, un planteamiento que generaba debate.

El cristianismo había ofrecido diversas respuestas a la relación entre fe y razón. Tertuliano, por ejemplo, otorgaba máxima importancia a la fe, relegando la razón a un segundo plano. San Agustín, por su parte, proponía una armonía entre ambas, afirmando: "Creo para entender y entiendo para creer". Averroes, en cambio, planteaba la teoría de la doble verdad.

Mientras que los teólogos anteriores encontraban más sencillo mostrar la razón como complemento de la fe, Santo Tomás de Aquino se enfrentaba al desafío de legitimar la fe a la luz de la razón. Tomás de Aquino adoptó las teorías de Aristóteles sobre el mundo y la acción humana, integrándolas en una filosofía cristiana. Para Aquino, existe un mundo natural donde los seres poseen su propia eficacia causal, pero este mundo depende de Dios para su existencia y funcionamiento. Dios creó al hombre dotándolo de entendimiento y razón.

Santo Tomás asignaba a la razón un amplio ámbito de actuación en el conocimiento, mientras que la fe se hacía necesaria para acceder a misterios como la Trinidad o la Encarnación, verdades que trascienden la razón humana y que, aunque no demostrables, son consideradas verdaderas.

Demostración de la Existencia de Dios según Santo Tomás de Aquino

En el siglo XIII, la existencia de Dios era un dogma para los teólogos. Juan Damasceno, por ejemplo, consideraba evidente la existencia divina, sin necesidad de demostración. Sin embargo, para Santo Tomás de Aquino, la existencia de Dios no era tan evidente, ya que no se percibía directamente. Aquino distingue dos tipos de demostraciones:

  • A priori: Parte del conocimiento de una esencia para deducir alguna de sus propiedades.
  • A posteriori: Permite demostrar la existencia de una causa a partir de sus efectos sensibles.

La presencia del mal en el mundo se presentaba como un argumento en contra de la existencia de Dios. No obstante, Santo Tomás de Aquino propuso cinco vías para demostrar la existencia de Dios, todas ellas con características comunes:

  1. Punto de partida: La observación de un efecto en la naturaleza.
  2. Principio metafísico: El principio de causalidad.
  3. Imposibilidad de una regresión al infinito: Debe existir una causa primera.
  4. Término: La necesidad de una causa última.
  5. Conclusión: Esa causa última es Dios.

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