Realismo Social en la Literatura Española de los Años 50: Objetivismo y Realismo Crítico

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El Realismo Social en la Literatura Española de los Años 50

En los años 50, España experimenta una tímida apertura al exterior, coincidiendo con una cierta relajación de la censura. Este periodo también se caracteriza por el éxodo rural, la consolidación de la clase media burguesa, y el aumento de los conflictos de clase y las protestas universitarias y obreras contra el régimen franquista. En este contexto, los autores encuentran en la novela social un instrumento para la denuncia y la crítica de la realidad. El principal teorizador de esta corriente fue Jean-Paul Sartre, quien en su ensayo ¿Qué es la literatura? defendía que el escritor debía comprometerse con su época y participar activamente en ella.

Antecedentes del Realismo Social

  • El realismo español decimonónico, con influencias del costumbrismo.
  • La Generación del 98, con su crítica al estancamiento nacional (representada por autores como Azorín y Baroja).
  • Diversas tendencias narrativas extranjeras:
    • El neorrealismo italiano, con mayor influencia desde el cine que desde la propia literatura.
    • La llamada "Generación perdida" norteamericana.
    • El objetivismo francés.
    • El conductismo norteamericano.

Los críticos suelen señalar el nacimiento de la novela social española con la publicación de obras como El camino, de Miguel Delibes.

Tendencias del Realismo Social: Objetivismo y Realismo Crítico

Dentro del realismo social, se distinguen dos tendencias principales:

1. Objetivismo

El objetivismo busca realizar una "fotografía" hiperrealista del mundo narrado. Se caracteriza por:

  • Reflejar fielmente la realidad, las conductas y los diálogos de los personajes, sin comentarios ni interpretaciones por parte del narrador.
  • El grado máximo de la técnica objetivista es el conductismo, ejemplificado en la novela El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio.
  • Otros autores relevantes: Carmen Martín Gaite (Entre visillos, aunque Caperucita en Manhattan es posterior), Ana María Matute.
  • En los años 50 también se cultivaron otros géneros narrativos, como los libros de viajes y los relatos cortos o cuentos (Ignacio Aldecoa).

2. Realismo Crítico

Los autores que se adscriben al realismo crítico optan por una crítica más directa de las desigualdades e injusticias sociales. Algunas obras representativas de esta tendencia son Central eléctrica, de Jesús López Pacheco, y La zanja, de Alfonso Grosso.

Características Generales del Realismo Social

  1. Protagonista colectivo: Cobra gran importancia, como se observa en El Jarama, donde el protagonismo se reparte entre la pandilla de jóvenes y el grupo de adultos.
  2. Mínima intervención del narrador: Se busca un punto de vista similar al de una cámara fotográfica, que registra los hechos sin interpretarlos.
  3. Influencia de las técnicas cinematográficas.
  4. Disminución de las preocupaciones técnicas y formales.
  5. Reproducción del habla popular y coloquial en los diálogos de los personajes.
  6. Narración lineal, con una reducción del argumento y una concentración de los espacios y tiempos.
  7. Presencia, en ocasiones, del humor, la ironía o el escepticismo.

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