El Realismo Social en la Narrativa Española de los Años Cincuenta

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La Novela Española en los Años Cincuenta

En los años cincuenta, la novela española experimenta un cambio significativo debido al impulso de la industria editorial, que comienza a promocionarse a través de la creación de premios literarios y la publicación de novelas de autores extranjeros.

A. El Realismo Social

La corriente literaria que dominó la narrativa española en esta época es el realismo social.

A.1 Características del Realismo Social

  • Plasmación de la realidad: La novela realista social busca reflejar la realidad social de la época, a menudo con una mirada crítica o de denuncia. Los valores literarios tradicionales pasan a un segundo plano, priorizando el contenido social.
  • Estructura lineal y acción pasiva: La trama suele ser lineal, con una acción más bien pasiva, centrada en la descripción de la realidad social.
  • Personajes colectivos o representativos: Los personajes no son meros individuos, sino que representan a una clase social determinada, actuando como símbolos de grupos sociales específicos.
  • Rechazo de la novela psicológica: Se deja de lado el análisis psicológico profundo de los personajes, propio de la novela psicológica, para centrarse en la descripción de la realidad social.
  • Técnicas objetivistas: Se adoptan técnicas propias del objetivismo literario, como el rechazo del narrador omnisciente. Se utiliza un narrador en tercera persona y se da prioridad al diálogo como forma de representación de la realidad.
  • Lenguaje sencillo y accesible: Se busca un lenguaje claro y directo, accesible a un público amplio, para llegar a todas las capas de la sociedad.

A.2 Corrientes del Realismo Social

Dentro del realismo social, se pueden distinguir dos corrientes principales:

Realismo Objetivista o Neorrealismo

En esta corriente, el autor se convierte en un mero espectador de los hechos, desapareciendo prácticamente de la narración. Predomina el diálogo como forma de expresión y se produce una condensación del espacio y del tiempo, que se representan de forma lineal. Los personajes suelen ser colectivos o representativos de un grupo o clase social.

Rafael Sánchez Ferlosio es uno de los principales representantes de esta corriente con su obra El Jarama, que narra dieciséis horas en la vida de once amigos un domingo de verano cerca del río Jarama. La novela, considerada una de las mejores del siglo XX en España, destaca por su realismo extremo y su capacidad para reflejar la sociedad de la época.

Otras obras representativas de esta corriente son El fulgor y la sangre de Ignacio Aldecoa y Entre visillos de Carmen Martín Gaite.

Realismo Crítico o Social

Esta corriente narrativa se caracteriza por mostrar la realidad social que rodea al autor con una crítica social explícita. Se utilizan personajes colectivos y, en ocasiones, se recurre al género de los libros de viajes para retratar la realidad social.

Camilo José Cela, con su novela La colmena, se erige como uno de los máximos exponentes de esta corriente. La obra presenta un mosaico de historias interrelacionadas que conforman un retrato coral del Madrid de la posguerra, reflexionando sobre el comportamiento de los individuos en un contexto social complejo. La novela destaca por su estructura abierta, sin un argumento o desenlace definido.

Otras novelas significativas de esta corriente son La noria de Luis Romero, Central eléctrica de Jesús López Pacheco, Juegos de manos y Duelo en el paraíso de Juan Goytisolo.

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