La Reconfiguración Post-1945: Alemania Dividida y el Ascenso de las Superpotencias

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 2,48 KB

Consecuencias de la Derrota Alemana en 1945

Tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue ocupada militarmente por los ejércitos aliados, dividiéndose el territorio en cuatro zonas autónomas de ocupación.

El plan inicial era reunificar el país, pero la tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría provocó que en 1949 las zonas de ocupación occidentales se unieran en un nuevo Estado independiente denominado República Federal Alemana (RFA). A esto, la URSS respondió constituyendo ese mismo año la República Democrática Alemana (RDA) en su respectiva zona de ocupación. A partir de entonces, cada Estado alemán siguió su propio modelo socioeconómico, situación que se agravó aún más en 1961 con el levantamiento del Muro de Berlín.

El Muro de Berlín fue una barrera de seguridad que formó parte de la frontera interalemana desde 1961 hasta 1989. Dividía la ciudad de Berlín en dos: Berlín Oeste (RFA) y Berlín Este (RDA).

El Ascenso de las Superpotencias: EE. UU. y la Unión Soviética tras la SGM

Tras la Segunda Guerra Mundial y hasta la caída del Muro de Berlín, el mundo se dividió en dos bloques principales: uno ideológica y políticamente bajo la influencia de EE. UU., y el otro bajo la de la Unión Soviética. Ambos países emergieron como las dos grandes potencias mundiales.

Estas naciones utilizaron todos los recursos económicos y políticos a su alcance para lograr sus fines. Para consolidar y expandir sus zonas de influencia, ambas superpotencias desarrollaron enormemente su fuerza militar.

El crecimiento de las tensiones entre la Unión Soviética y los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial provocó el inicio de la Guerra Fría, un periodo de gran rivalidad entre ambas superpotencias que impulsó un crecimiento sin precedentes del poder militar soviético para enfrentar la situación mundial.

Además de los recursos políticos y económicos empleados contra Occidente, el militarismo soviético se erigió como un arma clave en su desafío global contra el capitalismo. Esto se debió a sus aspiraciones de obtener beneficios de países cercanos y posiciones estratégicas, así como a su estrategia de exportar la idea de la revolución en apoyo de movimientos nacionalistas alrededor del mundo, especialmente en los países del Tercer Mundo.

Entradas relacionadas: