Reconstrucción Europea Post-Segunda Guerra Mundial: Impacto del Plan Marshall y Fundación de la CEE

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Reconstrucción Económica de Europa: El Plan Marshall y los Orígenes de la CEE

La Ayuda Americana y el Plan Marshall

En 1945, la situación económica de Europa era desastrosa. Los EE. UU. iniciaron una política intervencionista en Europa. Pensaban que redundaría en su propio beneficio al hacer depender la economía europea de la norteamericana: instalación de empresas multinacionales estadounidenses, incremento del comercio, etc. No podían consentir el aumento del poderío y la influencia del comunismo de la Unión Soviética.

Esta política norteamericana se orientó en un doble sentido:

  1. Político-ideológico (Doctrina Truman)

    En teoría, los EE. UU. se convertían en los defensores de la democracia y de la libertad. El presidente Truman había afirmado que la “semilla de los regímenes totalitarios había de buscarse en la miseria y en la indigencia”. La solución fue el llamado Plan Marshall.

  2. Económico (Plan Marshall)

    Se llama así porque se sentaron sus bases y objetivos en un discurso que pronunció en la Universidad de Harvard el exgeneral George Marshall. Tuvo dos directrices: restaurar las economías de libre mercado en Europa y sus colonias, y mantener sus relaciones comerciales, evitando una ruptura. La industria americana se había introducido en un proceso de crecimiento.

Funcionamiento y Beneficios del Plan Marshall

El mecanismo era bastante sencillo: el Estado negociaba con los EE. UU.; la ayuda llegaba a través de entregas gratuitas de alimentos y materias primas. Estas empresas pagaban los productos a su propio gobierno. Los norteamericanos se convertían en árbitros y conseguían un doble objetivo: por un lado, vendían los productos necesarios y, por otro, tenían la posibilidad de vender sus mercancías en las colonias de los países europeos, creándose un círculo vicioso.

La ayuda americana a Europa entre los años 1947 y 1955 superó millones de dólares en donaciones y préstamos destinados a la reconstrucción y al fomento de la producción industrial, la mejora de la agricultura, etc.

Los beneficiarios fueron 16 países. El único país europeo excluido de la ayuda norteamericana fue España por su paralelismo ideológico con los fascistas. El líder de la Unión Soviética, Stalin, obligó a seis países de Europa Oriental a no aceptar esta ayuda. El periódico Pravda definió el Plan Marshall como “un nuevo plan de presión política con ayuda de los dólares”.

El Nacimiento de la Comunidad Económica Europea

Los Orígenes de la Construcción Europea

EE. UU. solicitó a los Estados europeos que se beneficiaron del Plan Marshall la formación de organismos comunes para gestionar dicha ayuda y la futura cooperación euroamericana. Se creó en 1948 la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), precursora de la actual OCDE.

Los principales políticos del momento, tales como los franceses J. Monnet o R. Schuman, el alemán K. Adenauer o el británico W. Churchill, y las fuerzas ideológicas se manifestaron a favor de un proyecto integrado. Los límites quedaban bien definidos.

El punto de partida puede situarse en 1948: el Comité de los Movimientos para la Unidad Europea promovió una reunión de europeístas en La Haya, que se conoce como el Congreso de Europa de 1949, cuyo objetivo era fomentar los lazos de la unión. Se dotó de un Consejo de Ministros y una Asamblea Parlamentaria.

A partir de 1950 se dio el primer paso hacia la integración: se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en el Tratado de París de 1951. La formaban 6 países: Francia, la RFA, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Los seis países de la CECA lo suscribieron en el Tratado de Roma de 1957, naciendo así la Comunidad Económica Europea o CEE.

También se creó el EURATOM, pero sus resultados fueron muy limitados al no contar con el visto bueno de EE. UU.

Logros y Dificultades hasta Comienzos de los Años Setenta

Gran Bretaña se mantuvo al margen, rechazaba las fórmulas de integración y era partidaria de un área de libre cambio. Junto con Portugal, Suiza, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega, formaron la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) en 1959.

La CEE también presentaba dos actitudes ante la futura unión política: la creación de una entidad supranacional de los Estados (federalismo) y el fomento de la cooperación (confederación).

En 1958, Charles de Gaulle accedía a la presidencia francesa. Dos negociaciones para la adhesión de Gran Bretaña se vieron frustradas.

En 1969 se inició una nueva fase para la construcción europea en Francia, impulsada por G. Pompidou. Entre enero de 1972 y 1973, se firmó el Tratado de Adhesión de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca.

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