Reflexiones y Gratitud: Un Año de Crecimiento Espiritual y Personal
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Un Año para Recordar
Recuerdo perfectamente aquel 1 de enero de 2009, un día marcado por las lágrimas. Recibí el primer abrazo del año, y no es difícil adivinar de quién: Jaime, como no podía ser de otra manera. Parece que fue ayer, y mañana hará un año.
Este 2009 ha sido muy especial para mí. Lo más importante ha sido, y siempre será, Cristo. Gracias a algunas personas y a ciertos hechos, lo he conocido mejor, aunque nunca dejaré de conocerle. Es tan indescriptible que, aunque alcanzara la santidad, nunca llegaría a conocerle del todo.
La Comunidad: Un Pilar Fundamental
Otro hecho que marcó este año fue conocer a las personas de la parroquia. Con ellos me siento bien, alegre, a gusto. Son el grupo que, para mí, es perfecto. Hay tanta variedad... Desde santos hasta no tan santos, pero siempre únicos. Con virtudes y dones completamente distintos, unos perceptibles a simple vista, otros más escondidos.
Personas que Dejaron Huella
Hay otros hechos marcados en mi corazón que quedarán tatuados para siempre. Quisiera destacar a algunas personas:
- Rebeca: Una persona en la que siempre he confiado. A través de ella, es Dios quien me ha aconsejado. Él se preocupaba por mí tanto como ella, pero la escogió justamente a ella porque tiene la personalidad perfecta para que Cristo me muestre todo su amor a través de sus actos y palabras. Le doy gracias a Él por haberla puesto en mi camino, porque la quiero muchísimo, y por haberla colocado tan lejos de mí, pues así no me acostumbraré a vivir a su lado nunca, y eso quiere decir que cuando la vea, muy de vez en cuando, me alegrará aún más que si la veo cada día durante años.
- Judith: La hermana de Rebeca, una chica muy dulce y pura que atrae a estar a su lado por la paz que da su corazón alegre, que a su vez alegra a los demás corazones que están a su lado. No la conozco del todo, pero sé que sería una buena influencia en mi vida, y la quiero mucho.
- Jaime: Alguien parecido a Rebeca. Dios ha querido escogerle a él para transmitirme cuánto me quiere como padre, cuánto se alegra de que yo sea su hija amada, perfecta a sus ojos. Jaime es una de las personas que más me ha acercado a Cristo y a María. También, sin él hacerlo adrede, me enseñó a poder querer sin confundir amor de amistad con amor de pareja.
- María Olguín: Me ha ayudado tanto a rezar como en muchos otros temas. Me encanta su sencillez, su dulzura a la hora de hacer las cosas y de tratar a la gente, su amor por Cristo y por María, su... todo.
El Poder de la Comunidad y la Fe
Aunque sean de quienes más escribo, también me ha ayudado mucha más gente:
- María García: Con su sencillez, su amor, su dulzura.
- Peter: Con su ateísmo; de esa manera, mi fe aumenta al querer transmitírsela.
- Laura: Con su prudencia.
- Jose: Con su corazón alegre.
- Samu: Con su sabiduría.
- Alvarito: Con su inocencia.
- Natanael: Con su cámara (a base de una foto tras otra, he aprendido a quererme, pues yo soy como Dios quiso y no como dice el mundo).
- Nacho: Con su forma de ser, pues no se avergüenza de sí mismo diga lo que diga el mundo.
- Vali: Con su alegría ante cualquier situación.
- Susy: Con su apoyo... y muchos más.
A pesar de los obstáculos, solo puedo agradecer este año, terminado con una sonrisa.
Silvy