El Reformismo Frustrado y la Crisis de la Restauración en España (1902-1923)

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1. Época del Reformismo Frustrado: 1902-1914

1.1 El Reformismo-Regeneracionismo Frustrado

Alfonso XIII accede al trono en 1902 con la expectativa de liderar un proceso de regeneración política en España. Sin embargo, su reinado se caracteriza por dos aspectos destacados: una constante intervención en la política ordinaria y una relación más directa con los mandos militares. Estas acciones no contribuyen a la regeneración, sino que desestabilizan aún más el sistema político. Los partidos dinásticos carecen de líderes sólidos y unidad, lo que dificulta la implementación efectiva de reformas. Tanto el Partido Conservador como el Partido Liberal plantean reformas, pero enfrentan obstáculos para su ejecución.

En el Partido Conservador, la sucesión de líderes como Silvela y Antonio Maura no logra mantenerse debido a problemas con el rey y desafíos como la Semana Trágica. Maura intenta una "revolución desde arriba", proponiendo reformas en la administración local, economía y política social, pero su gestión es problemática. Por otro lado, el Partido Liberal, bajo el liderazgo de José Canalejas, promueve una modernización política y social, pero su asesinato en 1912 marca el fin del intento reformista.

1.2 Fortalecimiento de la Oposición

Durante este período, la oposición crece y mina el poder de los partidos dinásticos, que luchan por controlar los procesos electorales. Se destacan diferentes grupos de oposición:

  • El Reformismo Republicano
  • El PSOE
  • El Carlismo
  • El Catalanismo
  • El Nacionalismo Vasco
  • El Movimiento Obrero

La Semana Trágica, desencadenada por la movilización popular contra la guerra de África y la represión gubernamental, refleja las tensiones sociales y políticas de la época, marcando un punto de inflexión en el reinado de Alfonso XIII. Este período muestra un aumento significativo en la diversidad y la fuerza de la oposición, que contribuye al deterioro del sistema político establecido.

1.3 La Intervención de los Militares y la Semana Trágica

Durante la Época del Reformismo Frustrado, la intervención militar y la crisis conocida como la Semana Trágica son eventos significativos que marcan el período. En 1905, un grupo de militares ataca la redacción de una revista satírica y un periódico en respuesta a críticas hacia el ejército y el apoyo al catalanismo. Este incidente resulta en la aprobación de la Ley de Jurisdicciones, que somete los delitos de opinión y obra contra la patria y el ejército al código militar, debilitando la primacía del poder civil sobre el militar.

La Semana Trágica, ocurrida en 1909, es una crisis desencadenada por la movilización popular contra la guerra en África y la represión gubernamental. La presencia española en Marruecos genera tensiones, y el reclutamiento de soldados provoca protestas, especialmente en Barcelona. La huelga general se convierte en una insurrección, enfrentando al gobierno y al ejército contra los manifestantes. Esta crisis refleja las crecientes tensiones sociales y políticas en España durante este período, y marca un punto de inflexión en el reinado de Alfonso XIII, evidenciando la incapacidad del gobierno para manejar eficazmente los desafíos internos y externos.

2. La Restauración Frustrada: 1914-1923

2.1 La Crisis de 1917

En 1917, convergen problemas políticos, económicos y sociales desencadenando tres conflictos: militar, parlamentario y social.

  • Conflicto Militar: La interferencia militar en la política se intensifica debido a la división entre los militares "africanistas" y "peninsulares". El descontento lleva a la formación de Juntas de Defensa, exigiendo mejoras presupuestarias, aumentos salariales y la convocatoria de Cortes Constituyentes. El gobierno de Dato cede ante las Juntas, otorgándoles poder.
  • Crisis Política: La crisis política se agrava con la suspensión de garantías constitucionales y el cierre de las Cortes.
  • Conflicto Social: La Primera Guerra Mundial reduce el poder adquisitivo de los trabajadores, provocando huelgas para exigir reformas, enfrentadas con represión gubernamental, incluyendo ley marcial, intervención militar y detenciones.

2.2 La Descomposición del Sistema

De 1917 a 1923, España experimenta una continua inestabilidad y pérdida de prestigio en el gobierno, con ni conservadores ni liberales obteniendo mayoría. Los intentos de formar gobiernos de concentración o conservadores resultan en conflictos personales o debilidad. El ejército asume un papel protagónico, presentándose como salvador de la monarquía y prometiendo resolver la corrupción y los problemas del país.

Los partidos excluidos del sistema de la Restauración no logran ofrecer un programa alternativo o una fuerza electoral suficiente. El PSOE, aunque crece, mantiene un carácter revolucionario en su programa, lo que lo aleja de las clases burguesas. La Revolución Rusa en 1917 provoca una división interna que lleva a la creación del Partido Comunista de España en 1921.

El aumento de huelgas, algunas violentas, conduce al pistolerismo, generando un deseo de orden que solo parece ofrecer el ejército, con una represión gubernamental severa. En Andalucía, el "Trienio Bolchevique" (1918-1921) se caracteriza por revueltas campesinas y represión.

El nacionalismo catalán crece, especialmente con la Liga, que demanda más autonomía. El gobierno intenta mantener un equilibrio, pero las tensiones persisten, con propuestas de autonomía catalana y rechazo de la Liga.

En Marruecos, los militares buscan prestigio pero sufren una derrota en Annual en 1921, conocida como el Desastre de Annual, lo que provoca críticas al gobierno y al ejército. El Expediente Picasso revela negligencia militar e implicación del rey Alfonso XIII. Primo de Rivera da un golpe de Estado en 1923, prometiendo estabilizar el sistema y culpando a otros por los males de España.

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