Regencias y Reinado de Isabel II en España (1833-1868)

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Las Regencias y el Reinado de Isabel II (1833-1868)

Primera Regencia: María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (1833-1840)

Tras la muerte de Fernando VII, su esposa, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, asumió la regencia en nombre de su hija, la futura Isabel II. La regente confió inicialmente el gobierno a los liberales moderados. Sin embargo, el Motín de los Sargentos de la Granja (1836) la obligó a aceptar medidas más progresistas y a promulgar la Constitución de 1837.

Segunda Regencia: El General Espartero (1840-1843)

El general Baldomero Espartero asumió la regencia tras el exilio de María Cristina. Gobernó de manera autoritaria, lo que provocó la oposición de amplios sectores, incluidos muchos progresistas. Un pronunciamiento moderado (1843), liderado por el general Ramón María Narváez, derrotó a Espartero en Torrejón de Ardoz, forzando su exilio. Para evitar una nueva regencia, las Cortes decidieron adelantar la mayoría de edad de Isabel II.

Mayoría de Edad de Isabel II (1844-1868)

El reinado efectivo de Isabel II estuvo marcado por la alternancia y el conflicto entre las diferentes facciones liberales.

La Década Moderada (1844-1854)

Se inició con el encargo de formar gobierno al Partido Moderado, liderado por el general Narváez. Durante este periodo, se consolidó un régimen basado en la Constitución de 1845, de carácter conservador.

El Bienio Progresista (1854-1856)

Los progresistas lograron acceder al poder a través de insurrecciones, como el pronunciamiento de 1854 iniciado en Vicálvaro (la Vicalvarada), liderado por el general Leopoldo O'Donnell. Las intenciones de los sublevados quedaron plasmadas en el “Manifiesto de Manzanares”. La reina se vio obligada a llamar a Espartero para formar gobierno, dando inicio al Bienio Progresista.

La Segunda Década Liberal Conservadora (1856-1868)

La reacción militar de O'Donnell provocó la caída de Espartero y la vuelta de los moderados al poder. Comenzó así un periodo dominado por los gobiernos moderados de Narváez y los de la Unión Liberal de O'Donnell.

El creciente desprestigio de la reina y la inestabilidad política llevaron a una alianza entre progresistas y demócratas, que firmaron el Pacto de Ostende (1866). Este pacto tenía como objetivo destronar a Isabel II, lo que consiguieron con la Revolución Gloriosa de 1868, que puso fin a su reinado y dio paso al Sexenio Democrático.

Documentos Constitucionales Clave

El Estatuto Real de 1834

Fue una carta otorgada de carácter extremadamente conservador, que no reconocía el principio de soberanía nacional. Establecía unas Cortes meramente consultivas (no legislativas) con estructura bicameral:

  • Estamento de Próceres: Miembros designados por la Corona con carácter vitalicio.
  • Estamento de Procuradores: Elegidos mediante un sufragio censitario muy restrictivo e indirecto.

La reina conservaba amplios poderes, incluida la facultad de disolver las Cortes.

La Constitución de 1837

De tendencia progresista, reconocía la soberanía nacional y una amplia declaración de derechos (como la libertad de expresión). Sin embargo, incluía importantes concesiones a los moderados:

  • La reina podía convocar o disolver las Cortes.
  • El poder legislativo era bicameral:
    • Senado: Nombrado por la reina entre los grandes contribuyentes.
    • Cámara de Diputados: Elegida por sufragio censitario.

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