El Regeneracionismo y la Literatura Española de Principios del Siglo XX
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Contexto
A principios del siglo XX, España vivía anclada en el pasado, caracterizada por:
- Conservadurismo religioso y político.
- Atraso científico y analfabetismo.
- Desarrollo lento.
- Herencia de los vicios de la Restauración (bipartidismo, oligarquía y caciquismo).
- Pérdida de las últimas colonias (Cuba se independiza, Filipinas y Puerto Rico están en manos de EEUU).
Regeneracionismo
El porvenir del país preocupaba a los intelectuales, quienes plantearon soluciones para modernizarlo:
- Europeizar España (ponerse al nivel de los europeos).
- Españolizar Europa (exponer el temperamento y los valores nacionales).
Características del Regeneracionismo Literario
- Intrahistoria: La España auténtica reside en las pequeñas costumbres, que son una esencia inmutable, no en las gestas heroicas.
- El paisaje (subjetividad): Importa la impresión del autor y la percepción individual inmediata. Consecuencia de las dos ideas anteriores: el argumento no es lo más importante. Ejemplo: La voluntad, de Antonio Azorín.
- Preocupaciones existenciales: Las novelas reflexionan sobre el sentido de la vida, el paso del tiempo y la muerte. En ese conflicto interno, surgen diversas actitudes:
- Un sentimiento pesimista de angustia.
- Un carácter de rebeldía.
- Una serenidad absoluta y estado de ánimo imperturbable.
- Novelas autoformativas: La personalidad del protagonista se desarrolla a medida que la novela avanza. Está en constante evolución. Ejemplo: El árbol de la ciencia y Zalacaín el aventurero, de Pío Baroja.
Miguel de Unamuno
Nívola: Narrativa + filosofía. Unamuno inventó este término para referirse a aquellas lecturas en donde se mezcla la novela y el ensayo.
Características de la Nívola:
- Predomina el carácter reflexivo.
- No hay descripciones, sino acciones rápidas.
- Abundan los diálogos y los monólogos interiores. Ejemplos: Niebla, San Manuel Bueno, mártir, La tía Tula, Abel Sánchez, Amor y pedagogía.
Ramón Valle-Inclán (Esperpento)
Representa la estética de lo feo y lo grotesco. Valle-Inclán deforma la realidad y muestra su plano más amargo para criticar y burlarse de una sociedad frívola, hipócrita e insolidaria. Los personajes son fantoches ridículos y deshumanizados.