El Reinado de los Austrias y la Pérdida de Hegemonía en el Siglo XVII
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Los Austrias del Siglo XVII: El Gobierno de los Validos y la Crisis de 1640
Los monarcas españoles del siglo XVII gobernaron a través de los validos, miembros de la alta nobleza en quienes delegaban la mayor parte del gobierno. Los validos actuaron al margen de los Consejos, crearon Juntas con sus partidarios y familiares, y aprovecharon la situación para enriquecerse y obtener más títulos. Destacan el duque de Lerma con Felipe III, el conde duque de Olivares con Felipe IV, en la regencia de Mariana de Austria el jesuita Nithard, y con Carlos II, Juan José de Austria.
Se produjeron numerosos conflictos internos: con Felipe III, el duque de Lerma decretó la expulsión de los moriscos. Durante el reinado de Felipe IV, la política reformista de Olivares consistió en la creación de un mayor número de manufacturas y un intento por mejorar la demografía. A Olivares también se le atribuye la creación del Banco Estatal. Finalmente, Juan José de Austria siguió la política de manufacturas que terminó produciendo una recuperación demográfica y textil.
Pérdida de la Hegemonía Española en Europa
El siglo XVII supuso el fin de la hegemonía española en Europa. La política exterior de Felipe III estuvo presidida por la pacificación: firmó la paz con Inglaterra, la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos, y la paz con Francia al morir Enrique IV; pero estalló la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).
En el reinado de Felipe IV expiró la Tregua con los Países Bajos, reanudándose la guerra. Francia entró en la Guerra de los Treinta Años a favor de Suecia y Países Bajos. La sublevación de Cataluña y Portugal en 1640 mermó las fuerzas españolas. En 1648, firmó la Paz de Westfalia, donde España reconoció la independencia de Holanda, iniciándose la hegemonía francesa en Europa. En 1659, España firmó la Paz de los Pirineos con Francia, perdiendo el Rosellón y la Cerdaña.
Finalmente, Carlos II, nada más ser proclamado rey, debió reconocer la independencia de Portugal. El acoso francés siguió en el reinado de Carlos II. Formó la Liga de Augsburgo junto a los Habsburgo alemanes, Inglaterra y Holanda, deteniendo el expansionismo francés. Carlos II, al no tener hijos, nombró heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV.