El Reinado de Fernando VII y la Independencia de las Colonias Americanas
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El Reinado de Fernando VII
Por el Tratado de Valençay, Napoleón aceptaba el retorno a España de Fernando VII y la retirada progresiva de las tropas francesas de nuestro país. Fernando VII era contrario al liberalismo. Su objetivo fundamental al iniciarse su reinado fue acabar con la obra de las Cortes de Cádiz y restaurar el absolutismo. Al llegar a España, contó con el apoyo de los sectores más conservadores, reuniéndose con ellos en Valencia, donde en mayo de 1814 el Rey promulga un decreto por el que anulaba la Constitución de 1812. Los sectores conservadores redactaron el “Manifiesto de los Persas”, en el que se criticaba el poder asumido por las Cortes y las Juntas durante la Guerra de la Independencia y solicitaban la vuelta al Antiguo Régimen. También apoyaba al rey la mayor parte del pueblo. Así, el 10-11 de mayo los partidarios de Fernando VII se hicieron con el poder. El retorno de Fernando VII supuso la anulación de las reformas liberales y el establecimiento de la monarquía absoluta.
El Trienio Liberal (1820-1823)
La oposición al absolutismo de Fernando VII provocó varios pronunciamientos militares. Uno de estos pronunciamientos triunfó el 1 de enero de 1820, cuando el Coronel Riego lidera con éxito un pronunciamiento en Cabezas de San Juan que dará lugar al comienzo del Trienio Liberal (1820-1823). Fernando VII se ve obligado a jurar la Constitución de 1812. Se reanuda la libertad de prensa y las sociedades patrióticas, entra en vigor la legislación económica y social aprobada por los liberales, se adoptan medidas de desamortización, se suprime la Inquisición, se realiza la división territorial en 52 provincias y se crea la Milicia Nacional.
Entre los liberales surgen dos tendencias:
- Los moderados (partidarios de la primacía de la Corona sobre las Cortes)
- Los exaltados (partidarios de la primacía de las Cortes sobre la Corona)
También surge una oposición de corte conservador al régimen liberal: los absolutistas, también conocidos como realistas o apostólicos; protagonizaron conspiraciones y buscaron el apoyo de la Santa Alianza, que intervendrá enviando un ejército (los “Cien Mil Hijos de San Luis”) para que los liberales se rindiesen y Fernando VII restableciese de nuevo el absolutismo.
La Década Ominosa (1823-1833)
Durante la década absolutista, conocida como Década Ominosa (1823-1833), tuvo lugar una dura represión de los liberales donde figuras destacadas fueron exiliados o ejecutadas. Sin embargo, poco a poco el régimen absolutista se moderó, buscando cierta modernización más similar al despotismo ilustrado del siglo anterior. Esta vez no se restauró la Inquisición e incluso Fernando contó con algunos ministros reformistas. Los absolutistas más radicales quedaron decepcionados ante esta forma de actuar de Fernando y forman un partido, absolutistas radicales o apostólicos, en torno al hermano de Fernando, Carlos, el futuro heredero, con el apoyo de una iglesia cada día más recelosa de la pérdida de su influencia. Serán los conocidos como carlistas.
La cuestión sucesoria
En 1830 nace la primera hija de Fernando y Mª Cristina de Nápoles, Isabel. Esto desencadena una lucha en la corte entre los partidarios de Don Carlos (hasta el momento único heredero) y los de Mª Cristina y de su hija. Como los partidarios de Don Carlos estaban ya bien definidos (absolutistas radicales) la reina busca apoyos entre los liberales dirigidos por Cea Bermúdez. Los absolutistas con el apoyo de Don Carlos, hermano del rey, provocaron enfrentamientos como la Revuelta de los Agraviados en Cataluña (1827) y la cuestión sucesoria a partir de 1830 ya que Fernando VII derogó la Ley Sálica que eximía a las mujeres del trono y los carlistas esperaban que su hermano fuera el heredero y no su hija Isabel.
La Independencia de las Colonias Americanas
Las causas de la independencia de las colonias americanas son fundamentalmente:
- La influencia de la Ilustración sobre la libertad y la soberanía de los pueblos.
- La pérdida del control de la administración americana al no aceptar los criollos a las autoridades que gobernaban la Península tras la invasión napoleónica.
- Su aspiración por controlar el poder político.
En el proceso de independencia se pueden distinguir dos grandes etapas:
1808-1814
- Los criollos no aceptaron a José Bonaparte como rey, y se crearon Juntas que asumieron el poder en sus territorios. Estas Juntas, en teoría, eran fieles a Fernando VII, pero algunas acabaron declarándose autónomas. En 1810, San Martín declaró la independencia de Argentina.
1814-1824
- Simón Bolívar dirigió las guerras contra España en Nueva Granada y Venezuela (1822). La postura de Fernando VII fue la intransigencia enviando tropas (unos 10 000 hombres) al mando de Morillo para sofocar la sublevación. Consiguen controlar todo el territorio salvo Río de la Plata, lo que estimuló el crecimiento del movimiento libertador.
- San Martín atravesó los Andes, derrotó a los españoles en Chacabuco, y propició la independencia de Chile (1818). Desde allí, se trasladó por mar hasta Perú, donde se juntó con los ejércitos de Bolívar. La victoria definitiva fue la derrota de los peninsulares en Ayacucho (1824), y la proclamación de la independencia de Bolivia por Sucre.
- En la independencia de México, el movimiento emancipador tuvo en sus comienzos un carácter indigenista, y se inició con Hidalgo y Morelos. Sin embargo, la independencia definitiva se logra con Agustín de Iturbide, de origen noble, que en 1821 declaró la independencia de México.
Los enfrentamientos entre los peninsulares y los colonos americanos fueron una auténtica guerra civil.