El Reino de Dios y la Iglesia: Origen, Fundación y Misión Divina

El Anuncio del Reino de Dios

El hombre siempre fue llamado a vivir con Dios en su reino. Adán fue creado en estado de gracia, pero perdió esa condición por el pecado. Dios, por medio de los patriarcas, llama al hombre para que vuelva a Él. Elige a un pueblo: Israel.

El cielo es de los:

• Humildes
• Justos
• Niños
• Pobres

Jesús invita al banquete del reino con la condición de hacerse discípulo.

Las Llaves del Reino y la Autoridad Apostólica

Cristo instituyó un grupo de varones, los Apóstoles, que debían enseñar y santificar a los hombres. Entregó a sus discípulos un triple poder:

• De enseñar: poder magistral.
• De gobernar: poder pastoral.
• De santificar: poder sacerdotal.

Luego se nombraron inspectores, que serían Obispos. San Pedro tenía primacía sobre los demás obispos; era "superior". A él le otorgó tres imágenes que simbolizan su autoridad:

• Piedra: Dará a la comunidad estabilidad indestructible por todos los tiempos.
• Llaves: Símbolo de plenitud del poder.
• El poder de atar y desatar: Perdonar en lugar de Dios los pecados o retenerlos.

Origen de la Iglesia: Un Designio Divino

Dios creó el mundo por una decisión totalmente libre y misteriosa de su sabiduría y bondad. Dios creó el mundo en orden a la comunión en su vida divina, "comunión" que se realiza mediante la "convocación" de los hombres en Cristo, y esta "convocación" es la Iglesia. Cuando los primeros padres cayeron en el pecado, se precipitó con ellos la ruina de todo el linaje humano, y el pecado de la cabeza pasó a ser pecado de todo el linaje. La Iglesia es la reacción de Dios al caos provocado por el pecado.

Preparación Lejana de la Iglesia

Dios comienza con la vocación de Abraham, prometiendo que llegará a ser padre de un gran pueblo.

Preparación Inmediata de la Iglesia

Comienza con la elección de Israel como pueblo de Dios. Debía ser el signo de la reunión futura de todas las naciones. Israel fue acusado de haber roto la alianza, y así Jesús instituyó la Nueva Alianza.

Fundación de la Iglesia por Cristo

Cristo es el tronco de un nuevo linaje, que es la cabeza: la Iglesia. Cristo es ya la Iglesia, y la Iglesia es Cristo. La Iglesia es sacramento de Cristo porque contiene y comunica su gracia. El pecado desaparece al ser redimido por Cristo. El Señor Jesús encomendó su Iglesia con el anuncio de la Buena Noticia, es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía siglos en las Escrituras. La Iglesia es el Reino de Cristo; manifiesta a los hombres en las palabras, obras y presencia de Cristo. Les enseñó una nueva manera de obrar y oración propia. Cristo prepara y edifica su Iglesia.

Institución de la Iglesia en Pentecostés

Nació la Iglesia oficial y formalmente en Pentecostés, porque ese día desbordó por primera vez desde la cabeza glorificada hacia los miembros el Espíritu Santo, quien crea y forma la unidad de la Iglesia. El Espíritu Santo es enviado el día de Pentecostés para que santificara continuamente a la Iglesia. Para realizar su misión, el Espíritu Santo la construye y dirige con diversos dones jerárquicos y carismáticos. La Iglesia recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el Reino de Cristo y de Dios.