Reivindicaciones Obreras en la España del Sexenio Democrático: El Congreso de la AIT de 1872
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Contexto Histórico de la Protesta Obrera en España (1872)
Por su procedencia, este texto se clasifica como fuente primaria, ya que la información es coetánea a los hechos. Debido a su naturaleza, nos encontramos ante un texto histórico circunstancial, pues plantea reformas sociales a través de la cuestión política. Es un fragmento que corresponde a la declaración del Segundo Congreso Obrero de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). Fue recogido por un periódico fechado el 8 de abril de 1872. Se trata de un texto público, no oficial, destinado a las clases trabajadoras de España.
El Ámbito Político: El Sexenio Democrático (1868-1874)
En el ámbito político, la Revolución de Septiembre de 1868 supuso la aparición del sufragio universal y los derechos sociales en la vida política. De esta forma, se inició un periodo conocido como Sexenio Democrático (1868-1874). En 1869, se elaboró una nueva Constitución de carácter democrático que, al reconocer todo tipo de libertades como las de reunión y asociación, permitió la legalización de la AIT en España, la cual celebró su primer congreso en 1870 en Barcelona.
El poder ejecutivo tuvo que hacer frente a una etapa plagada de convulsiones sociales, entre las que destacan:
- La Guerra de Cuba.
- La oposición de carlistas y alfonsinos.
- El permanente acoso de los republicanos.
- El descontento de las clases populares, que veían sin respuestas sus demandas sociales.
El Ámbito Socioeconómico: La Industrialización y las Condiciones Laborales
En el ámbito socioeconómico, conviene destacar que la industrialización en España se inició en la década de 1830 y que, a finales de siglo, los niveles de producción eran muy inferiores a los europeos. Además, la industrialización fue muy desequilibrada, tanto sectorial (algodón y siderurgia) como regionalmente, centrada fundamentalmente en Madrid, Cataluña y el País Vasco.
Por lo tanto, los obreros de la industria se concentraban en pocas ciudades, su cifra no era muy grande y sus condiciones laborales eran muy duras:
- Jornadas interminables.
- Despido libre.
- Ausencia de seguridad social o coberturas por paro.
Corrientes Ideológicas del Movimiento Obrero Español
El incipiente movimiento obrero español se inclinó hacia el anarquismo y la influencia de la Primera Internacional. Tras el viaje de Giuseppe Fanelli a España, Anselmo Lorenzo y Fraga Pellicer formaron los primeros núcleos anarquistas del país. La difusión del anarquismo tuvo mucho éxito, especialmente en Cataluña, por su vinculación con el republicanismo federal, y en Andalucía, donde caló profundamente en las masas jornaleras.
Por su parte, la ideología socialista proponía la transformación revolucionaria de la sociedad mediante la conquista del poder por la clase trabajadora y la conversión de la propiedad privada en social, entregada a colectividades de obreros que la explotarían en beneficio del interés común.
El Congreso de Zaragoza de la AIT (1872): Demandas y Críticas
En este contexto de pugna entre el anarquismo y el socialismo por imponer sus ideas en la AIT, se inscribe el congreso celebrado en Zaragoza. En él se criticó duramente al Congreso de los Diputados por prohibir las actividades de la AIT, acusándolo de estar al servicio de la burguesía.
Además, se estudió la forma de solucionar los principales problemas del proletariado, incluyendo:
- La modificación de la propiedad privada.
- La mejora de la organización de las asociaciones de los trabajadores.
- La exigencia de mejoras en la educación.
- Otras reivindicaciones sociales.
Ideas Clave del Documento
Se pueden identificar una idea principal muy clara, sostenida por varias ideas secundarias:
- Idea Principal: Protestar y rechazar como legítima cualquier tipo de acción de las Cortes del reinado de Amadeo de Saboya, presentándola como una herramienta en manos de la burguesía.
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Ideas Secundarias:
- Indicar el papel de víctimas que tiene el obrero ante la continua represión organizada desde el Estado.
- Señalar la "hipocresía" que demuestra el Gobierno al perseguir al movimiento obrero, a pesar de los amplios derechos reconocidos en la Constitución de 1868.