Relaciones Sintagmáticas y Paradigmáticas en el Lenguaje: Selección y Combinación
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Relaciones Sintagmáticas y Paradigmáticas
Para llevar adelante las actividades del lenguaje, posibilitadas por el desarrollo de las cuatro habilidades lingüísticas que conocemos, necesitamos siempre seleccionar y combinar. Estas dos operaciones están detrás de todos los comportamientos verbales, tanto los codificadores como los descodificadores, tanto los orales como los escritos. Si podemos seleccionar y combinar con facilidad las unidades de la lengua y crear nuestros mensajes o entender los ajenos es porque, en la lengua, existen dos tipos de relaciones que permiten respectivamente la combinación y la selección: nos referimos a las relaciones sintagmáticas y a las relaciones paradigmáticas.
Relaciones Sintagmáticas
Las relaciones sintagmáticas se llaman también relaciones combinatorias, relaciones en presencia o relaciones horizontales y se dan en el habla, en el discurso. Estas relaciones sintagmáticas proceden de la linealidad del mensaje. El signo lingüístico es auditivo, los sonidos lingüísticos se desarrollan linealmente en el tiempo, siempre en un mismo sentido, es decir, se organizan en la línea del tiempo de antes a después. Por esta razón, en la lengua los mensajes son cadenas sonoras y en estas cadenas se articulan palabras, cada una de las cuales está a su vez constituida por segmentos sonoros indivisibles a los que llamamos fonemas.
La primera articulación del lenguaje es la de las palabras para formar las frases en que habitualmente consisten nuestros mensajes. La segunda articulación del lenguaje es la de los fonemas para formar las palabras. Las palabras son, pues, las unidades de la primera articulación, y los fonemas son las unidades de la segunda. Dominar la primera implica saber formar frases con gramaticalidad, es decir, de acuerdo con lo previsto por las reglas del idioma. Dominar la segunda articulación implica pronunciar correctamente todos los fonemas del idioma, pero no aisladamente, sino insertos en las palabras que pronunciamos al hablar.
El caso es que las palabras no se combinan de cualquier manera para formar frases, siguen una regla, se adaptan a unos esquemas combinatorios y forman secuencias definidas por una función propia a las que llamamos sintagmas. Un sintagma es, pues, una combinación dotada de función que forma parte de la cadena hablada.
Relaciones Paradigmáticas
Las relaciones paradigmáticas se llaman también relaciones selectivas, en ausencia, verticales y relaciones en el sistema. Son las que sostienen entre sí los elementos que forman parte de un repertorio de funciones y/o formas dentro del que elegimos la unidad que nos conviene exactamente para lo que queremos expresar. Estas relaciones se dan, pues, entre los elementos que forman parte de un mismo paradigma, que es tanto como decir de un mismo repertorio selectivo, de un mismo catálogo, de un mismo menú de opciones.
Los paradigmas existen como tales en la mente del hablante, en la que las unidades de la lengua no se amontonan de cualquier manera, sino que se organizan en estos repertorios en función de sus características. Los elementos que pertenecen a un paradigma determinado tienen todos un valor común y, al mismo tiempo, se oponen por diferencias mínimas que llamamos rasgos distintivos de la significación, o en el caso de las palabras lexemáticas, semas.
Los paradigmas son organizaciones del sistema lingüístico que existen de manera absolutamente previa a la utilización de sus elementos en el sintagma. El proceso de adquisición del lenguaje es precisamente el proceso de construcción de los paradigmas del lenguaje, incluso en los primeros momentos del desarrollo lingüístico cuando el sistema consta todavía de muy pocas unidades.