Religion educacion
Clasificado en Filosofía y ética
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9. RUPTURA CON EL MITO Y SURGIMIENTO DE LA FILOSOFÍAEl surgimiento en la filosofía griega, supone la ruptura con el mito. El mito, basado en las narraciones de los poetas, supone una explicación total de la realidad, donde las fuerzas naturales son personificadas y divinizadas; los hechos naturales y la misma conducta humana dependen del capricho de los dioses, no se puede expresar ningún tipo de regularidad. En todo caso aparece en el mito también la idea de destino, como fuerza oscura, imprecisa, que planea sobre los hombres y sobre los mismos dioses.La filosofía es un planteamiento que apela a la razón misma y supone una dejar de lado los relatos mitológicos anteriores, esto supuso un avance importante en la búsqueda de la verdad por parte del hombre.La filosofía comienza cuando se impone la convicción de que las cosas suceden, cuando y como tienen que suceder. Esta idea está relacionada con la idea de permanencia (esencia), es decir si hay un orden es porque hay algo constante, algo que permanece.A su vez se entiende por filosofía la aspiración al conocimiento de lo que es (la esencia de las cosas), la búsqueda de lo verdadero.La filosofía, bajo este aspecto, es la búsqueda de un:
·Principio de explicación: búsqueda de la esencia de las cosas (qué son las cosas), lo que permanece ante lo cambios.
·Principio de ordenación: búsqueda de la ley según la cual se ordenan las cosas, afirmando que la naturaleza no está sometida a cambios arbitrarios (tal como sucedía en el mito).
8. DIMENSIÓN RELIGIOSA DE LA PREGUNTA ANTROPOLÓGICAEl surgimiento del hombre sobre la tierra conlleva a su vez el surgimiento de la religión.Mircea Eliade, afirma:Si consideramos a los paleantrópidos como hombres completos, se sigue de ahí que poseían también cierto número de creencias y que practicaban determinados ritos.Si nos planteamos la religiosidad o de la falta de religiosidad de los hombres prehistóricos, corresponde a los partidarios de la falta de religiosidad de los paleantrópidos se impusiera en los tiempos del evolucionismo cuando se acababan de descubrir las analogías con los primates. Pero se trata de un malentendido, pues nuestras obras demuestran la actividad de una inteligencia que no podemos definir de otro modo que como humana.E.O. James afirma: Hoy está claro, que la religión, es con toda probabilidad tan antigua como la humanidad misma. Muchas de las creencias y prácticas de las religiones hunden sus raíces en unos prototipos prehistóricos, por lo que se refiere al hombre primitivo, las tres situaciones más impresionantes con que se enfrentaba eran el nacimiento, la propagación, la subsistencia y la muerte.Esta tensión que está en el hombre, este impulso que provoca preguntas y exige respuestas es ya una inclinación interior, que apunta al hombre como ser trascendente. Es un error pensar que las respuestas por estar exigidas carecen de valor.El problema no es saber de dónde vienen las respuestas, sino de dónde vienen las preguntas, y en último caso de donde proviene el hecho de preguntarse. Si Dios es la respuesta, no se puede aducir que está motivado por una necesidad: la búsqueda de sentido.Las religiones en general son expresión de esta búsqueda, pero es necesario no solamente que el hombre ejerza esa búsqueda, sino que también esté dispuesto a dejarse encontrar.Por otra parte, los análisis genealógicos basados en las experiencias sociales a los que puede recurrir el psicoanálisis o autores como Nietzsche no consiguen explicar la pregunta, si el hombre busca un sentido, busca la felicidad, esa es la pregunta, la posición de la que parte. Si se afirma, por ejemplo, que la idea de Dios procede del temor en el contexto de experiencia tribal, la afirmación carece de fuerza, porque en primer lugar habría que afirmar que hay una lógica y necesaria conexión de hechos por los que se llega a esa conclusión, y si aun en algún hipotético caso esto fuera así, no implicaría necesariamente que en todo momento la idea de dios, o de la divinidad en el contexto de una religiosidad natural procediera de la misma conexión de hechos.A fuerza de negar respuestas hemos sofocado cualquier esperanza de contestar nuestras preguntas, y así hemos hecho del hombre un ser no abierto, un ser encerrado en sí mismo, que no puede alcanzar ninguna verdad objetiva.