Renacimiento en España: Arquitectura, Escultura y Pintura del Siglo XVI

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El Renacimiento en España: Arquitectura, Escultura y Pintura del Siglo XVI

1. Arquitectura

Tras la muerte de Juan Bautista de Toledo en 1572, se construyeron las torres de las esquinas de los Países Bajos, cubiertas con un alto chapitel de pizarra. A la hora de construir la iglesia, Herrera la diseñó con una planta de cruz griega inscrita en un cuadro, pero el nártex a los pies daba apariencia basilical.

2. Escultura

Características:

  • Temática religiosa: se realizaron sillerías, sepulcros y retablos.
  • Carácter realista: carece de la búsqueda de la belleza ideal.
  • Gran expresividad.
  • Los materiales utilizados eran la madera tallada y policromada, y la piedra para sepulcros.

Escultura del primer tercio del siglo XVI

Diego de Siloé se caracteriza por combinar la delicadeza italiana con la expresividad española. Bartolomé Ordóñez realizó los sepulcros de Juana I y Felipe el Hermoso.

Escultura del segundo tercio del siglo XVI (Manierismo en Castilla y León)

Alonso Berruguete nació en Paredes de Nava (Palencia). Siendo joven, marchó a Italia, donde conoció a Miguel Ángel. Se caracteriza por un fuerte nerviosismo y expresividad, figuras estilizadas, alargadas y serpentinata, y con fuertes contorsiones, llegando a expresar fealdad. Entre sus obras destacan el Retablo de la Mejorada de Olmedo, el Retablo de la Adoración de los Reyes en la iglesia de Santiago en Valladolid y el Retablo de San Benito en Valladolid, con figuras que expresan una gran fuerza vital a través de una marcada tensión interior, como el Sacrificio de Isaac y San Sebastián.

Juan de Juni nació en Borgoña. Unió la fuerza de la escultura de Borgoña con la estética italiana, incorporando finalmente el expresionismo hispano. Sus figuras suelen ser muy pesadas, con amplias telas plegadas. Utiliza el claroscuro y son muy expresivas. Entre sus obras destacan el Entierro de Cristo, la Virgen de las Angustias y los retablos de Santa María de la Antigua en Valladolid.

Escultura del último tercio del siglo XVI

Este periodo se caracterizó por la aceptación de los modelos miguelangelescos y la llegada de escultores italianos al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Destacaron Gaspar Becerra y los Leoni.

3. La Pintura

Características

  • Primer tercio: formas italianas con una base de la pintura flamenca.
  • Segundo tercio: domina el clasicismo rafaelesco y el manierismo.
  • Último tercio: influencia de Miguel Ángel y la pintura veneciana. El Greco.

Pintura del primer tercio del siglo XVI

Pedro Berruguete se formó en la estética de la pintura hispanoflamenca y posteriormente se trasladó a Italia. Se caracteriza por el uso de dorados.

Pintura del segundo tercio del siglo XVI

En esta etapa se produjo un cambio sustancial en la pintura española: desapareció la influencia flamenca y se impuso el estilo de Rafael. En Castilla y León destaca Alonso Berruguete.

Pintura del último tercio del siglo XVI

La obra esencial de este periodo fue la decoración pictórica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. El gusto de Felipe II por la pintura hizo que llamara a pintores italianos para decorar el interior del monasterio, como Luca Cambiaso.

El Greco

El Greco poseía un estilo personal y una creciente espiritualidad. Se trasladó a Venecia, donde estudió con Tiziano y recibió la influencia de Tintoretto, adquiriendo la técnica de pincelada suelta y el paisaje como tema. En Roma se influenció por Miguel Ángel y la pintura manierista. Entre sus primeras obras destaca La curación del ciego. Tras un breve paso por Madrid, se trasladó a Toledo, ciudad en la que se estableció y donde murió en 1614.

En España, poco a poco fue alargando y retorciendo sus figuras, utilizando la estética manierista y una creciente espiritualidad, haciendo como si las figuras flotaran en el espacio. El Expolio de Cristo es una obra manierista, con una composición dominada por la mancha roja de la túnica de Cristo y la armadura del soldado, con matices cromáticos. El rostro de Jesucristo refleja una gran espiritualidad y una mirada acuosa. Utiliza la perspectiva caballera y el escorzo en los personajes. Pintó el Martirio de San Mauricio para el Monasterio de El Escorial, pero a Felipe II no le gustó.

El entierro del Señor de Orgaz es una de sus obras maestras. En sus últimos años, llevó más allá el desdibujamiento de las figuras, alargándolas y retorciéndolas aún más, llegando así a una suprema espiritualización, como se aprecia en el Bautismo de Cristo. En los retratos, se aprecia la influencia de los venecianos, reflejando la psicología del personaje, como en El caballero de la mano en el pecho.

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