El Renacimiento en España: Lírica, Amor y Mística en los Siglos XVI y XVII
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Del Teocentrismo al Antropocentrismo
Durante la Edad Media, la cosmovisión predominante era el teocentrismo, que concebía a Dios como el centro del universo. La vida terrenal se consideraba un mero tránsito hacia la vida eterna, y la religión impregnaba todos los aspectos de la existencia. Sin embargo, en el Renacimiento, esta concepción experimenta un cambio radical con el surgimiento del antropocentrismo. El ser humano pasa a ser el centro del universo, y la vida se revaloriza como una experiencia digna de ser vivida, disfrutada y comprendida en su plenitud.
Primer Renacimiento: La Influencia de Petrarca y la Lírica Grecolatina
La lírica renacentista española echa raíces en el siglo XVI, tomando como modelo la poesía lírica grecolatina. De esta tradición, se adoptan géneros, tópicos y temas. La influencia del poeta italiano Petrarca es fundamental, especialmente en lo que respecta a su concepto del amor y el enfoque psicológico del amante. Los poetas renacentistas españoles describen con detalle los sentimientos del amante y las características de su amada, utilizando las formas métricas popularizadas por Petrarca.
Temas Principales
- El amor: Predomina el tema del amor no correspondido, un amor imposible que se convierte en una fuente de frustración y sufrimiento.
- La amada idealizada: La figura femenina se presenta de forma angelical, con rasgos estereotipados como el cabello rubio y la piel blanca.
- La naturaleza: El paisaje idealizado, conocido como locus amoenus, se convierte en un tema recurrente, reflejando la armonía y la belleza del entorno natural.
- La mitología: Los poetas renacentistas recrean mitos clásicos, integrándolos en sus composiciones.
Formas Métricas y Composiciones
Se introducen versos heptasílabos y endecasílabos, y estrofas como los tercetos, la lira y la octava real. Además, surgen nuevas composiciones como el soneto, la canción petrarquista y la silva. También se cultivan la oda y la égloga.
Segundo Renacimiento: Contrarreforma y Diversificación de la Lírica
La segunda mitad del siglo XVI marca el inicio del Segundo Renacimiento en España. Este período se caracteriza por una profunda crisis económica y una serie de conflictos bélicos que merman los recursos del país. Felipe II se erige como defensor del papado y de la Iglesia Católica, dando inicio a la Contrarreforma. Este movimiento se distingue por:
- La persecución de las ideas reformistas en España.
- El cierre a toda influencia cultural procedente de Europa.
- La imposición de lo religioso en la vida cultural del país.
Corrientes Líricas
En este contexto, se desarrollan tres corrientes líricas principales:
- Lírica petrarquista: Continúa con los conceptos del Primer Renacimiento, pero con un estilo más elaborado. La escuela de Sevilla, liderada por Fernando de Herrera, es su principal exponente.
- Poesía filosófica y moral: Estrechamente relacionada con lo religioso, esta corriente encuentra su máxima expresión en la escuela salmantina, con Fray Luis de León como figura destacada.
- Poesía mística: Describe la experiencia mística como una vía de unión con Dios. Se ejemplifica con la huida de una mujer por la noche para encontrarse con su amado, que simboliza el alma que busca a Dios. San Juan de la Cruz es el máximo representante de esta corriente.
Las Tres Vías de la Experiencia Mística
San Juan de la Cruz describe la experiencia mística como un proceso que se desarrolla en tres fases:
- Vía purgativa: El alma se purifica mediante la penitencia y la oración.
- Vía iluminativa: El alma se somete a la voluntad de Dios.
- Vía unitiva: El alma se une a Dios, alcanzando la plenitud espiritual.