Replicación Viral: Descubre los Ciclos Lítico y Lisogénico de los Virus
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Multiplicación Viral: Ciclos Lítico y Lisogénico
Los virus necesitan de las células huésped para multiplicarse. Este proceso ocurre cuando el virus penetra en el interior de la célula y utiliza su maquinaria celular para producir nuevos viriones.
Los virus pueden presentar dos tipos principales de ciclos de multiplicación: el ciclo lítico (o virulento) y el ciclo lisogénico (o atemperado).
El Ciclo Lítico: Replicación Virulenta
En el ciclo lítico, un virus infecta una célula, se reproduce y finalmente lisa al huésped, es decir, lo destruye. Los virus que siguen este patrón se denominan virulentos. Este ciclo de reproducción es característico de muchos bacteriófagos y de diversos virus animales.
El ciclo lítico se puede resumir en las siguientes etapas:
- Adsorción y Fijación: El virión se adhiere a receptores específicos de la célula huésped, iniciando la infección.
- Penetración: El ácido nucleico del virus ingresa en la célula, a menudo acompañado de la degradación del ADN celular.
- Replicación: El ácido nucleico viral se replica intensamente, utilizando la maquinaria de la célula huésped.
- Transcripción y Síntesis: Se transcriben genes virales y se sintetizan las proteínas que formarán la cubierta (cápside) del virus.
- Ensamblaje y Empaquetamiento: Las unidades estructurales se ensamblan y el ácido nucleico viral se empaqueta dentro de las nuevas cápsidas.
- Lisis y Liberación: La célula huésped (por ejemplo, una bacteria) se lisa, liberando los viriones maduros al exterior para infectar nuevas células.
El Ciclo Lisogénico: Integración y Latencia Viral
A diferencia del ciclo lítico, algunos virus, al invadir una célula, no la destruyen de inmediato. En su lugar, su ADN se integra en el ADN de la célula huésped y se replica y transmite junto con este durante sucesivas generaciones celulares.
En determinadas condiciones ambientales o fisiológicas, el ADN vírico integrado puede activarse, separarse del cromosoma que lo alberga e iniciar un ciclo lítico. Los casos más estudiados de este fenómeno son los virus que infectan bacterias, conocidos como bacteriófagos atemperados.
El genoma vírico integrado en el de la bacteria se denomina provirus o profago. Las bacterias que son capaces de establecer esta relación se conocen como lisogénicas, y los bacteriófagos involucrados, como fagos atemperados.
Entre los virus que presentan este tipo de ciclo se encuentran los retrovirus. Su nombre se debe a que son virus con ARN que, por acción de su enzima transcriptasa inversa, sintetizan un ADN intermediario. Este ADN intermediario es el que se integra en el genoma del huésped y, a partir de él, se produce la replicación viral.