Represión, Oposición y Evolución Económica en la España Franquista: 1939-1955

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La Represión Franquista

El principal instrumento jurídico de la represión franquista fue la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. El elevado número de prisioneros llevó a la creación de más campos de concentración. Las ejecuciones fueron numerosas, y a muchos otros se les depuró. Este periodo se caracterizó por la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo y la Ley de Seguridad del Estado. Muchos intelectuales se vieron forzados al exilio. La represión de la guerra causó un terror generalizado.

La Oposición al Régimen

En el Exterior

Los dirigentes republicanos exiliados mantuvieron un Gobierno en el exilio. Sus esperanzas residían en la derrota de Hitler, que creían que supondría el fin de la dictadura de Franco. A pesar del ingreso de España en la ONU, los gobiernos catalán y vasco se mantuvieron en el exilio.

En el Interior

Muchos combatientes republicanos huyeron de la represión y formaron grupos guerrilleros conocidos como maquis. En 1948, el PCE renunció a la lucha armada. La represión desmanteló los partidos políticos y sindicatos de izquierda. Las primeras huelgas se dieron en 1946 y fueron duramente reprimidas. En 1961, un boicot a los tranvías de Barcelona constituyó la primera protesta significativa.

Las Relaciones Internacionales

Fase 1: Alianza con las Potencias Fascistas durante la Segunda Guerra Mundial

Durante la Guerra Civil, el gobierno de Franco recibió apoyo militar, económico y diplomático de los regímenes dictatoriales de Italia, Alemania y Portugal. Recién acabada la Guerra Civil, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista constituido por la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno franquista declaró la estricta neutralidad. En 1940, tuvo lugar la entrevista entre Franco y Hitler, quien no aceptó las ambiciosas pretensiones de Franco. España pasó de la neutralidad a la no beligerancia, y envió la División Azul, formada por voluntarios falangistas, a luchar en el frente ruso junto a las tropas nazis. En 1943, Franco comenzó un cauteloso giro internacional buscando la conciliación, y España volvió a la neutralidad.

Fase 2: El Aislamiento Internacional

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, España no fue admitida en la ONU, y en la Conferencia de Potsdam se propuso el derribo del régimen español por medios pacíficos. Siguieron años de aislamiento político y económico. El bloqueo impidió la llegada de productos básicos. El gobierno de Franco inició una política de acercamiento a los países árabes y sudamericanos. La respuesta del franquismo ante el aislamiento fue la denuncia de una "conspiración judeo-masónico-marxista". En 1947, se suavizó el aislamiento como consecuencia de la Guerra Fría.

Fase 3: El Fin del Aislamiento

En 1950, la ONU recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. Volvieron los embajadores y, finalmente, España ingresó en la ONU en 1955. En 1953, se firmaron los Acuerdos Bilaterales con EE. UU., que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas. A cambio, España recibió ayuda económica. También en 1953, se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede. El fin del aislamiento internacional se manifestó con la visita del presidente norteamericano Eisenhower a Madrid. Al final de esta fase, se produjo la descolonización del protectorado de Marruecos.

Evolución y Política Económica

Al terminar la guerra, España se caracterizaba por:

  • Reducción de la población a causa de muertos, exiliados y déficit de natalidad.
  • Disminución de la producción agrícola, minera e industrial.
  • Malas cosechas sucesivas.
  • Destrucción de ciudades e infraestructuras.
  • Pérdida de la mayoría de las reservas de oro y plata del Banco de España.

Durante este periodo, la economía española se redujo al autoabastecimiento debido a la autarquía y el intervencionismo. Las razones fueron:

  • La utopía de la autosuficiencia.
  • El aislamiento exterior.
  • La imitación de la política económica mussoliniana.
  • La ignorancia del equipo económico de gobierno.

Las políticas concretas fueron:

  • Agricultura: El Estado acaparaba la producción mediante la requisa y la compra de cosechas a precios tasados.
  • Industria: Las dificultades para la importación y la escasez de divisas para la adquisición de materias primas y bienes de equipo, de los que la industria española era dependiente, frenaron la producción.
  • Comercio: Se limitó al mínimo la importación, con el resultado de desabastecimiento de materias primas, energía y bienes de consumo.

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