La República de Platón: Ideas, Educación y Estructura Social
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FILOSOFÍA DEL AUTOR
Este texto pertenece a la obra de “La República”. Esta es una síntesis de los principales aspectos de la filosofía platónica unidos por un tema principal, la idea de justicia, que constituye el hilo conductor.
TEORÍA DE LAS IDEAS
Según esta teoría de Platón, el mundo en el que estamos (mundo sensible) no es la auténtica realidad. Vivimos en el mundo de la apariencia que parece real, pero auténticamente no lo es. Las cosas que captamos mediante los sentidos están en continuo cambio y movimiento; nada es idéntico y todo termina por desaparecer. Existe otro mundo, el auténticamente real, mundo inteligible o mundo de las ideas. En este mundo, las entidades son más reales y no deben confundirse con los contenidos de nuestra mente. El problema es que al mundo inteligible solo se llega a través de un gran esfuerzo para el que no todos están capacitados.
Lo primero son las cosas sensibles a las que accedemos a través de los sentidos, los cuales nos engañan. La verdad que se nos oculta es que las cosas que nos rodean no son reales, sino que son un paso intermedio entre el ser y la nada. Las cosas que nos rodean no son más que copias imperfectas de las ideas que forman el mundo inteligible. Las ideas son eternas, ni se generan ni se destruyen, no cambian con el tiempo, son universales. Sin embargo, las cosas del mundo sensible son todo lo contrario.
Según Platón, las apariencias nos engañan y la humanidad no es consciente, por lo que vive sumida en la esclavitud que supone creer que lo falso es verdadero y que lo primero que percibimos es lo único que hay. Nunca llegamos a conocer nada ni nadie en su auténtica realidad. Esta es la situación en la que se encuentra la humanidad privada de la educación. Solo son unos pocos los que pueden llegar a contemplar la verdadera realidad, y solo si están dispuestos a recorrer un largo proceso al que podemos llamar educación. Seguir este camino nos lleva a salir de la oscuridad e ignorancia de la caverna a la contemplación de la luz exterior del sol, que simboliza el bien. Este camino solo podrá ser recorrido por un grupo de personas llamados a gobernar los destinos de la República. Solo aquel que ha recorrido el camino que lleva al exterior de la caverna y ha contemplado la idea del bien, conoce lo necesario para gobernar con justicia.
EL PROCESO EDUCATIVO
El pensamiento platónico tiene como principal misión formar una élite de individuos sabios y justos destinados a gobernar el Estado. La educación debe encaminar su alma en dirección a lo inteligible hasta ser conducida a la contemplación de las ideas eternas, y finalmente al conocimiento del bien, que constituye la última meta del conocimiento y el final del proceso educativo. La educación es para Platón un camino duro y costoso lleno de obstáculos en donde tan solo puede encontrar apariencias, sombras o copias deformadas de lo bueno y de lo justo.
El proceso educativo consta de diferentes etapas con diferentes grados de conocimiento:
- La primera etapa se divide en dos niveles de conocimiento sensible: eikasía y pistis y corresponde a la educación física.
- La segunda etapa se relaciona con el conocimiento riguroso que se subdivide en dos tramos: dianoia y episteme, y está reservada a los filósofos gobernantes. Comprende el estudio de las ciencias propedéuticas, o preparatorias, para el último escalón de este largo proceso educativo, la dialéctica; la ciencia suprema para Platón.
La educación para Platón es un proceso selectivo que irá eligiendo en fases sucesivas a los mejor dotados desde el punto de vista intelectual y moral sin ningún tipo de discriminación. Antes de iniciarse en la dialéctica es necesario familiarizarse poco a poco con el razonamiento conceptual y abstracto, por ello es necesario empezar con las ciencias propedéuticas (matemáticas, por ejemplo) ya que el cultivo de estas sirve para que el alma se separe de lo sensible a la vez que son un excelente entretenimiento para la inteligencia y el pensamiento abstracto. La educación del filósofo entonces se basará primero en el cultivo de las matemáticas y después en la dialéctica. Una vez que el filósofo ha alcanzado el conocimiento absoluto, deberá volver al mundo sensible con el fin de acercar al Estado al mundo inteligible lo más posible. Por lo que debe gobernar su propia vida y la de la sociedad tomando como guía el Bien.
INTENCIONALIDAD POLÍTICA
La teoría de las ideas de Platón también tiene la clara intencionalidad política de construir un modelo perfecto de República. La filosofía de Platón arranca con la insatisfacción con los regímenes políticos de su tiempo, y en especial con la democracia, ya que dice que en la democracia no es el pueblo el que en realidad gobierna, sino una minoría de políticos educados por sofistas que solo buscan su interés personal aprovechándose de las masas a quienes dominan y manipulan mediante el halago y el engaño.
Platón propone entonces una aristocracia gobernada por filósofos siguiendo el intelectualismo moral socrático, considera que solo el filósofo podrá gobernar siguiendo el Bien, la luz y la belleza. Para llevar a cabo esta propuesta política es necesario seleccionar a las mejores naturalezas y darles la educación necesaria hasta que los individuos lleguen a contemplar las Ideas Eternas. La finalidad fundamental de esta aristocracia es construir una polis justa.
ESTRUCTURA DEL ESTADO IDEAL
Este Estado se dividirá en tres clases asociadas a las tres partes del alma:
- La clase de los productores en la que están incluidos agricultores, campesinos, obreros… Su función será producir todo lo que la comunidad necesite para sobrevivir y vivir. Corresponde a la parte más baja del alma y, en un Estado ideal, su virtud será la templanza y la moderación.
- La segunda clase es la de los guardianes, cuya función será la de defender la ciudad, para lo que recibirán una educación en la gimnasia y la música. En estos individuos predomina la parte irascible del alma. En un Estado ideal, la virtud de los guardianes será la valentía.
- Y, por último, la clase de los gobernantes filósofos, es la clase superior que tendrá como función la de gobernar la ciudad inspirándose en la contemplación del mundo de las ideas eternas. En estos individuos predominará la parte racional del alma sobre las otras dos y su virtud será la sabiduría y la prudencia. Serán seleccionados entre los mejores guardianes, los que recibirán educación en las matemáticas y en la filosofía.
En el Estado justo será la clase de gobernantes filósofos quien deberá dirigir a las demás clases. Es por esto que la justicia del Estado consistirá en la armonía entre las tres clases sociales que lo componen, de manera que cada una de ellas desempeñe a la perfección la función que les corresponde.
Podemos resumir que la propuesta política de Platón de la sociedad ideal es estatalista y organicista. Estatalista porque antepone el bien del colectivo al individual, y es organicista ya que Platón percibe el Estado perfecto como un organismo vivo, en el que cada una de las tres partes desempeña la función para la que está capacitada, en beneficio de la comunidad entera.