La República Romana y el Primer Triunvirato
Clasificado en Latín
Escrito el en español con un tamaño de 3,6 KB
La crisis de la República Romana
En el año 92 a. de C. el tribuno Livio Druso propuso conceder la ciudadanía romana a todos los itálicos. Todos los partidos romanos se unieron contra él y fue asesinado. Como reacción estalló una revuelta entre los pueblos itálicos contra el dominio de Roma, primero en la Italia central y luego en toda la península. El Senado romano encargó la represión a Lucio Cornelio Sila. Este venció a los insurrectos, pero tuvo la habilidad de conceder la ciudadanía a todos los habitantes libres de Italia, excepto a los galos. Gracias a esta derrota y a su victoria frente a Mitrídates, el rey del Ponto, se convirtió en el personaje más popular de la República, se hizo nombrar dictador y emprendió una serie de medidas con las que trataba de asegurar el poder absoluto del orden senatorial. Cuando lo logró, dimitió. Entre las medidas que adoptó:
- Hizo matar a todos sus enemigos y a los enemigos de los oligarcas.
- Adoptó reformas constitucionales para concentrar el poder en las manos del Senado.
- Debilitó el poder de las asambleas del pueblo y anuló la autoridad de los tribunos de la plebe.
Los cambios y conflictos posteriores
Un año después de su dimisión, se produjeron una serie de hechos que cuestionaron su obra: los intentos del cónsul Marco Emilio Lépido de abolir las leyes de Sila, la insurrección de Sertorio en Hispania y las revueltas de esclavos en Italia (Espartaco). El Senado logró controlarlos con ayuda de Pompeyo y Craso, pertenecientes al partido Senatorial. Pompeyo acabó con Lépido y Sertorio, que fue asesinado, y Craso redujo la sublevación de los esclavos. Pompeyo y Craso compartieron consulado en el año 70 a. C., a pesar de rivalidad que existía entre ellos. Desde el consulado, abolieron las reformas de Sila y se acercaron al partido popular, defendiendo las ideas que antes habían combatido.
El Primer Triunvirato
Pompeyo, César y Craso firmaron un pacto político conocido como el Primer Triunvirato (60-63 a. de. C.). Pompeyo contaba con el apoyo del Senado. César era el representante del partido popular y Craso pertenecía al orden ecuestre. César, cónsul en el 59 a. de C., se reservó el gobierno de la Galia Cisalpina y de la Narbonense, lo que le permitió conquistar la Galia todavía independiente. Pompeyo vio confirmada su política en Oriente. El primer triunvirato se consolidó y renovó en el 56 con nuevos poderes. A César se le prorrogó por diversos años el gobierno de las Galias.
Pompeyo y Craso fueron cónsules y, al acabar el consulado, recibieron por cinco años el gobierno de Hispania y Siria respectivamente. Pero en el año 53 a. C. Craso murió en una campaña contra los partos. Quedaron César y Pompeyo, dos personajes ambiciosos. Incapaces de repartirse el poder, se generó una rivalidad que solo acabaría con la muerte de uno de ellos. Pompeyo convenció al Senado para que obligase a César a dejar todos sus poderes y regresar a Roma tras licenciar a su ejército. César se negó y lo desposeyeron del mando y de toda autoridad. Entonces César cruzó el Rubicón el 12 de enero del 49 a. C junto con las legiones con las que había conquistado la Galia y marchó sobre Roma, dando lugar a una guerra civil. Cuando César llega a Roma, Pompeyo y sus aliados habían abandonado la ciudad, lo que le permitió a César tomar posesión de la ciudad y, poco a poco, de toda Italia. Ante este hecho, Pompeyo se retira a Grecia. César se dirige a Hispania para deshacer el ejército de Pompeyo y luego a Grecia, donde se enfrentan en la batalla de Farsalia (48 a.C).