Responsabilidad Penal Plena para Jóvenes Sicarios: Un Análisis Crítico
Clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 2,36 KB
Responsabilidad Penal Plena para Jóvenes Sicarios
Introducción
El sicariato, un delito que implica asesinatos por encargo, ha experimentado un aumento alarmante entre los jóvenes. Actualmente, el 62,5% de los disturbios sociales son atribuidos a jóvenes sicarios, muchos de los cuales presentan graves problemas psicológicos. Ante esta situación, surge la pregunta: ¿deberían los sicarios menores de edad tener responsabilidad penal plena?
Argumentos en Contra de la Responsabilidad Penal Plena
Falta de Madurez
Los jóvenes sicarios no alcanzan completamente su grado de madurez. La madurez implica actitudes centradas, dominadas por la razón y decisiones correctas. Los jóvenes sicarios, sin embargo, a menudo provienen de entornos familiares problemáticos y de pobreza, lo que los obliga a buscar gratificación inmediata y a ignorar las consecuencias a largo plazo.
Problemas Psicológicos
Los jóvenes sicarios suelen presentar problemas psicológicos, como conducta violenta, aislamiento social y falta de empatía. Estos problemas pueden tener causas genéticas o ambientales, como la exposición a la violencia y la delincuencia.
Influencia del Entorno
El entorno social también juega un papel crucial. Los jóvenes sicarios crecen en comunidades donde la violencia y la delincuencia son modelos a seguir. Esto distorsiona su percepción de lo que es aceptable y los lleva a cometer actos violentos.
Evidencia Empírica
Los casos de Honduras, Uruguay y México demuestran que tratar a los jóvenes sicarios como delincuentes adultos no resuelve el problema. En Honduras, el número de menores acusados de sicariato ha aumentado significativamente. En Uruguay, la participación de menores en homicidios se ha duplicado. En México, casi 45.000 adolescentes están siendo investigados por delitos violentos.
Conclusión
En conclusión, los sicarios menores de edad no deberían tener responsabilidad penal plena. Su falta de madurez, problemas psicológicos y la influencia del entorno los hacen incapaces de comprender completamente las consecuencias de sus acciones. Las medidas punitivas no han demostrado ser efectivas para reducir el número de jóvenes sicarios. En cambio, el Estado debería centrarse en promover medidas de rehabilitación para abordar las causas subyacentes de este problema.