La Restauración Borbónica: Auge y Declive de un Sistema Político en España
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 2,88 KB
La Restauración Borbónica: Un Sistema en Crisis
El intento de construir un estado democrático tras el Sexenio Revolucionario dio inicio con la Restauración Borbónica, colocando a Alfonso XII en el trono. El modelo político y social era extremadamente conservador, con una oligarquía que controlaba el poder. Sin embargo, diversos factores llevarían al fracaso de este sistema corrupto.
El Fracaso de la Revolución de 1868 y la Llegada de Alfonso XII
La Revolución de 1868 resultó en un gran fracaso e inestabilidad política. Cánovas del Castillo redactó un manifiesto para traer a Alfonso XII, argumentando que era la única solución a los problemas. En Sagunto, Martínez Campos lo proclamó rey. Se convocaron cortes para redactar una constitución que debía ser flexible, con la monarquía por encima de todo.
La Constitución de 1876 y el Turnismo
La nueva constitución fue aprobada rápidamente, con pocos debates, excepto en lo religioso. Se estableció un estado católico con libertad de cultos. El rey tenía el poder ejecutivo y compartía el legislativo con las cortes. Esta constitución permaneció vigente hasta 1931. Dos partidos se turnaban en el poder: el Partido Conservador, liderado por Cánovas, y el Partido Liberal-Fusionista, liderado por Sagasta. Este sistema, conocido como turnismo, no se institucionalizó hasta 1885 con el Pacto del Pardo.
Manipulación Electoral y Corrupción
El turnismo requería de la manipulación electoral, con una red que tenía su centro en Madrid y se extendía al mundo rural a través de los caciques. Si no se podía pactar, se recurría al pucherazo. Esta situación era preocupante y mostraba la debilidad interna del sistema.
El Desastre del 98 y la Crisis del Sistema
El Desastre del 98 evidenció la fragilidad del sistema. Los partidos se fragmentaban y surgían políticos de segunda fila. A pesar de los intentos regeneracionistas de Maura y Canalejas, el sistema empeoraba. La Guerra de Marruecos fue la primera crisis del reinado de Alfonso XIII. Maura decidió enviar a los reservistas para proteger a los trabajadores del ferrocarril del Rif, lo que provocó una huelga y una fuerte oposición al gobierno debido a la feroz represión.
La Crisis de 1917 y el Fin del Régimen
Los gobiernos de gestión no supieron controlar la situación. Las consecuencias negativas de la Primera Guerra Mundial aumentaron las diferencias económicas y sociales, desembocando en la crisis de 1917, que mostró la descomposición del régimen. A partir de este año, los problemas se agudizaron: la situación política no se reconstruyó, el auge del movimiento obrero se unió a los fracasos coloniales. En 1923, Primo de Rivera dio un golpe de estado apoyado por el rey, instaurando una dictadura que duró siete años y que precedió a la llegada de la República.