La Restauración Borbónica en España: Establecimiento, Alfonso XII y la Constitución de 1876

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El Inicio de la Restauración Borbónica en España

Tras la Revolución de 1868, comienza un periodo llamado de la Restauración. Por «Restauración» se entendía el restablecimiento en el trono de la dinastía borbónica y la creación de las condiciones necesarias para mantenerla, lo que significaba un retorno al liberalismo moderado, pero con algunas modificaciones externas.

El Camino hacia la Restauración

Tras el golpe de Estado del General Pavía (3 de enero de 1874), el General Serrano encabezó el gobierno para terminar con la Guerra Carlista.

El 1 de diciembre de 1874, el príncipe Alfonso, con motivo de su 17º cumpleaños, lanzó desde la Academia Militar de Inglaterra en la que estudiaba, un manifiesto a la nación española. Redactado por Cánovas del Castillo, en este documento afirmaba que la única solución para los problemas de España residía en el restablecimiento de la monarquía.

A finales de 1874, el General Martínez Campos proclamó en Sagunto a Alfonso XII como rey de España, obteniendo el apoyo de la mayor parte del ejército. Mientras tanto, Cánovas apelaba a la nueva burguesía para que sostuviera el trono de Alfonso XII. Lo primero que hizo Cánovas fue unir a todos los grupos monárquicos.

El rey entró en Madrid el 14 de enero de 1875.

Primeras Medidas del Nuevo Régimen

Durante este año se tomaron las primeras medidas del nuevo régimen:

  • Lograr el apoyo de la Iglesia.
  • Suspender los periódicos de la oposición.
  • Establecer una nueva policía y nuevos tribunales para los delitos de imprenta.
  • Conseguir un ejército afín.
  • Depurar a los funcionarios.

Para evitar los pronunciamientos militares, se nombró al rey Jefe Supremo de los Ejércitos, asegurando así la sumisión de los altos mandos militares.

Además, se lograron importantes hitos militares y diplomáticos:

  • Se puso fin a la Guerra Carlista.
  • Se terminó la guerra contra Cuba con la Paz de Zanjón en 1878.

La Constitución de 1876: Pilar de la Restauración

La convocatoria a Cortes Constituyentes, encargadas de elaborar una nueva Constitución, se realizó por sufragio universal masculino. La discusión de la futura Constitución se llevó a cabo de manera flexible para dar cabida a las diferentes posturas liberales. Antes de comenzar los debates, Cánovas del Castillo estableció unos puntos de partida fundamentales:

  • Colocar a la Monarquía por encima de los partidos políticos.
  • Establecer como instituciones fundamentales del Estado español a la Monarquía y a las Cortes, considerándolas anteriores y superiores a cualquier documento escrito.

El Proceso Constituyente y la Cuestión Religiosa

En las elecciones de enero de 1876, el 90% de los votos fueron para el Partido Liberal-Conservador de Cánovas. Con esa mayoría en el Parlamento, la elaboración de una nueva Constitución fue muy rápida, con pocos debates (exceptuando los que surgieron con la cuestión religiosa).

Los diputados se dividieron entre los defensores de la unidad católica y los partidarios de la tolerancia religiosa. Esta cuestión se solucionó con el Artículo 11 de la nueva Constitución.

Características de la Constitución de 1876

La Constitución establecía:

  • División de poderes, aunque el rey conservaba la prerrogativa de nombrar al jefe de gobierno.
  • Reconocimiento de libertades políticas básicas.
  • Establecimiento de un Parlamento bicameral, con un Senado compuesto por senadores vitalicios.
  • Declaración de un Estado confesional, aunque se permitía el ejercicio privado de otras religiones.

Fue promulgada el 30 de junio de 1876 y estuvo vigente hasta 1931.

El Sistema Canovista

Una vez aprobada la Constitución, comenzó a funcionar el Sistema Canovista, que se apoyaba en la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, y en la existencia de partidos políticos oficiales. Cánovas consideraba fundamental la existencia de dos partidos para garantizar la estabilidad del sistema.

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