El Retrato de los Arnolfini: Simbolismo, Técnica y Legado de Jan van Eyck

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El Retrato de los Arnolfini: Una Obra Maestra de Jan van Eyck

Esta obra, realizada al óleo sobre tabla, representa a Giovanni Arnolfini y su esposa, Giovanna Cenami, en una escena que se cree conmemora su matrimonio o un juramento de fidelidad, atestiguado por el propio pintor. La pareja aparece de pie en su alcoba: el esposo bendice a su mujer, quien le ofrece su mano derecha mientras reposa la izquierda sobre su vientre.

Composición y Técnica Pictórica

La pose de los personajes resulta algo teatral y ceremoniosa, prácticamente hierática. La pincelada de Van Eyck es compacta y minuciosa. La minuciosidad de esta pintura es notable; fue creada para la exhibición doméstica, lo que permite una observación cercana. Los detalles se plasman con una escrupulosidad microscópica, solo posible gracias al empleo del óleo y los pinceles adecuados.

Descripción de los Personajes

  • Giovanni Arnolfini: Se le representa con actitud seria, vestido de oscuro, con un sombrero y una capa. Su mano derecha está en posición de bendecir, mientras que la izquierda sostiene la de Giovanna.
  • Giovanna Cenami: Ella está vestida de verde y con un velo blanco. Parece estar embarazada, ya que tiene un abultado vientre sobre el cual apoya su mano izquierda.

El Espejo Convexo: Un Elemento Central y Simbólico

En el espejo convexo del fondo, en cuyo marco están representadas diez escenas de la Pasión de Cristo, se refleja toda la habitación vista desde atrás, incluyendo el mobiliario, un ventanal y el matrimonio junto a otras dos personas, pudiendo ser una de ellas el propio pintor. Podemos fijarnos también en las lámparas, los muebles finamente labrados, la ropa, etc.

Respecto al naturalismo en esta obra, podemos afirmar que el movimiento es nulo en la imagen; las formas poseen una solidez escultórica y la escena, en general, es rígida, teatral y poco espontánea. La luz que penetra por la ventana es suave y envuelve las formas delicadamente; la claridad se disuelve poco a poco. El uso del espejo en el fondo proporciona una sensación de profundidad muy verosímil.

En la habitación encontramos multitud de objetos que, aunque aparecen sin justificación aparente, proclaman la riqueza de la joven pareja. Hablemos más a fondo sobre el espejo. Es uno de los mejores ejemplos de la minuciosidad microscópica conseguida por Jan van Eyck. En torno al espejo se muestran diez de las catorce estaciones del Vía Crucis. Su presencia sugiere que la interpretación del cuadro es cristiana y espiritual. Es el espejo lo que más nos llama la atención, una especie de "círculo mágico" calculado con mucha precisión para atraer nuestra mirada y revelarnos el secreto mismo de la historia del cuadro.

Entre el espejo y la lámpara de techo se encuentra la firma del pintor, en la cual se lee: "Johannes de Eyck fuit hic, 1434" (Jan van Eyck estuvo aquí, 1434).

Simbolismo de los Elementos en la Escena

En el cuadro podemos encontrar una serie de elementos que dan significado a la escena:

  • La decoración de la habitación, la ropa de los personajes y el mobiliario nos muestran la riqueza del matrimonio.
  • Los dos pares de zuecos que hay por la habitación (los de ella, junto a la cama; los de él, en primer plano, a la izquierda) se relacionan con el hogar, y el hecho de que estén descalzos es un símbolo de fertilidad.
  • El perro que se encuentra a los pies de los personajes, representado con todo detalle, es también un símbolo de fidelidad y fertilidad.
  • La borla que hay en la cama y el vientre abultado de Giovanna refuerzan el simbolismo de la fertilidad.
  • El color rojo alude a la pasión y el verde a la fertilidad.
  • La lámpara, en la cual hay una vela encendida, simboliza la luz del mundo y a Jesucristo.

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