El Retrato de España en la Poesía de Antonio Machado

Introducción: La Voz del Poeta

Una persona preocupada por la situación social que atraviesa el país, presumiblemente joven, entroncada con los valores del pasado, es la voz que se percibe en este poema.

Estructura Métrica y Formal del Poema

El poema está formado por 42 versos, 39 de ellos endecasílabos y 3 heptasílabos. La rima es consonante, por lo que es una silva. La forma de elocución es la narrativa-expositiva.

Organización Temática del Texto

El texto se estructura en dos partes:

• Versos 1 a 34: La España de la época de Machado, decadente y vacua, y la oprobiosa herencia que dejará en un futuro inmediato.
• Versos 35 a 42: Fe en el advenimiento de otra España nueva que redimirá a la actual.

Predomina el tono reflexivo.

Análisis Detallado de la Primera Parte (Versos 1-34)

En la primera parte se presenta una España que parece desagradar profundamente al poeta: es la España tradicional, anclada en un pasado inmovilista y sin valores consistentes que, si bien no se expresa explícitamente, es la causante de la postración y la miseria que padece.

La define con rasgos certeros y muy pocas palabras, al estilo impresionista, a través de complementos de nombres de sentido metafórico, unidos de dos en dos mediante el nexo copulativo «y»: es una España «bullanguera y frívola», atenta solo a lo festivo e intrascendental, gobernada por el clero. La yuxtaposición de las cuatro construcciones bimembres, unida a las connotaciones que introducen en el poema los sustantivos empleados, intensifican esta valoración negativa.

Instalado en el presente desde el momento en que escribe, el autor se desplaza mentalmente hacia el futuro mediante la perífrasis verbal de obligación «ha de tener». A partir del verso séptimo, el autor se centra en la herencia que, a corto plazo, dejará en el futuro la España pretérita.

Dos versos a modo de estribillo: «el vano ayer engendrará un mañana/ vacío y ¡por ventura! pasajero». Antonio Machado contrapone el pasado con el futuro: el vacío del ayer engendrará otro vacío en el mañana, porque la nada no puede engendrar nada.

En el verso decimoquinto, el poeta vuelve a aludir a la España descrita al comienzo del poema, mostrando su distanciamiento y malestar por aquello en lo que se ha convertido. Con construcciones bimembres, vuelve ahora a describir la España del momento: «que ora y bosteza».

Esta España inferior, la del presente en el que escribe el poeta, se prolongará todavía un tiempo en su decadencia; serán nuevos varones, fieles retratos —podríamos pensar— de «Don Guido», a quien ya recreara en...