Revolución Científica: Galileo, Newton y las Leyes Fundamentales del Universo
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 3,74 KB
El Nacimiento de la Física Clásica: De Galileo a Newton
La nueva física, con la revolucionaria concepción heliocéntrica, fue inicialmente muy criticada. Se decía que los planetas se movían "porque sí", sin una explicación clara. Fue en este contexto donde figuras como Galileo Galilei e Isaac Newton sentaron las bases de esta nueva ciencia, buscando respuestas a preguntas fundamentales: ¿Por qué se caen los cuerpos? ¿Cómo se mueve la Tierra sin que lo percibamos?
Principios Fundamentales de la Física Clásica
La Ley de Inercia de Galileo
Formulada por Galileo, la Ley de Inercia afirma que toda partícula continúa en su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme a menos que una fuerza externa actúe sobre ella. Este principio fue crucial para explicar por qué no percibimos el movimiento terrestre. Por ejemplo, cuando estamos en un vehículo en movimiento rectilíneo uniforme, no notamos su desplazamiento si las ventanas están bajadas, ya que nosotros y el aire dentro del vehículo nos movemos a la misma velocidad.
La Ley de Gravitación Universal de Newton
Gracias a Isaac Newton, la Ley de Gravitación Universal permitió explicar una vasta gama de movimientos naturales, desde la caída de una manzana hasta la órbita de los planetas. Esta ley establece que dos cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Su carácter universal y su impresionante capacidad predictiva la convirtieron en el modelo predilecto y la piedra angular de la nueva física.
Implicaciones Filosóficas de la Nueva Física
El desarrollo de la física clásica no solo transformó nuestra comprensión del universo, sino que también generó profundas reflexiones filosóficas sobre la naturaleza, el ser humano y el conocimiento.
Determinismo
El universo, en teoría, se volvió predecible. Las leyes newtonianas determinan completamente su evolución, la cual podría predecirse si tuviéramos datos exactos. Sin embargo, una predicción exacta no es posible en la práctica debido al inmenso número de partículas involucradas, lo que nos obliga a conformarnos con una descripción aproximada de la realidad. Aunque muchas leyes de la naturaleza son deterministas y necesarias, en nuestro conocimiento y descripción de la naturaleza, a menudo debemos recurrir a leyes estadísticas.
Inseguridad Existencial
El ser humano pasó a ocupar un diminuto rincón en un universo que, quizás, es infinito. Este universo no parece tener una finalidad global evidente y no necesariamente fue diseñado para favorecer a la humanidad. La falta de una finalidad global clara generó en las personas una considerable inseguridad existencial.
Poder de la Razón Humana
A pesar de la inseguridad, el ser humano se sintió más poderoso al haber logrado entender las leyes físicas que rigen el cosmos. De esta manera, se consolidó la idea de que el más alto destino humano es hacer uso de la razón, considerada ilimitada en su capacidad de comprensión.
Importancia de la Naturaleza
La naturaleza ascendió a una posición privilegiada dentro del conjunto de la realidad, junto con Dios y el ser humano. Esta evoluciona por sí misma de manera autosuficiente, sin necesidad de una intervención divina constante. Además, el ser humano, hasta cierto punto, depende de ella, ya que como mínimo está sometido a sus inmutables leyes físicas.