La Revolución de la Cosmología Moderna: Del Geocentrismo al Universo Mecánico Newtoniano
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La Cosmología Moderna y la concepción del Universo Mecánico marcan un hito fundamental en la historia del pensamiento científico.
El Modelo Heliocéntrico y el Nacimiento de la Ciencia Experimental
La aparición de la ciencia experimental en el siglo XVII produjo un cambio crucial en la mentalidad europea. Los descubrimientos realizados con ayuda del telescopio mostraron que Aristóteles estaba equivocado. El modelo geocéntrico, vigente durante dos milenios, fue sustituido por un nuevo paradigma. El trabajo de científicos como Kepler, Galileo o Newton permitió desarrollar en muy poco tiempo una nueva visión del cosmos.
Enfrentándose a una creencia que había durado siglos, Copérnico propuso el modelo heliocéntrico, según el cual la Tierra gira alrededor del Sol. El uso del telescopio permitió descubrir nuevas regiones del universo muy alejadas de la Tierra. Los científicos entendieron que el universo probablemente era ilimitado en el espacio. Sin embargo, frente a lo que creía Aristóteles, los científicos modernos pensaban que el cosmos había sido creado por Dios, por lo que era finito en el tiempo y no era eterno.
El Universo Determinista y Homogéneo
Los científicos modernos no compartían la visión teleológica aristotélica del universo. En la cosmovisión moderna, no se presta atención a la causa final. El cosmos no persigue ningún propósito. La única causa que interesa es la causa eficiente, que se puede describir mediante leyes de la física.
Con el descubrimiento de la ley de la gravedad, Newton identificó la causa eficiente de la trayectoria de los planetas. La fuerza gravitatoria le permitió explicar distintos fenómenos como las mareas, la caída de objetos en la superficie terrestre o el movimiento de los astros. El universo newtoniano es homogéneo porque está gobernado por las mismas leyes en todas partes.
En la cosmovisión de la física clásica, la naturaleza está formada por materia inerte que está sujeta a leyes matemáticas. El movimiento de los planetas se describe mediante fórmulas matemáticas que permiten calcular la posición de los astros con gran precisión. Por este motivo, en esta época el universo fue comparado con un reloj.
La cosmovisión de la física clásica, además de mecanicista, también es determinista, porque establece que el cosmos está sujeto a movimientos que se pueden predecir con exactitud. La física clásica asume que la naturaleza es regular y ordenada, por lo que es posible desentrañar sus misterios y describir su comportamiento mediante leyes matemáticas.
La búsqueda de estas leyes se guía por la suposición de que, a pesar de los cambios y las transformaciones, en la naturaleza existen ciertas propiedades fundamentales que se mantienen constantes y nunca cambian. Esto es lo que describen los principios de conservación de la física, ya que se estableció que muchas magnitudes permanecen invariables a lo largo del tiempo. Entre ellos están algunas enormemente importantes como:
- La masa
- La carga eléctrica
- La energía
- El momento lineal
- El momento angular