La Revolución Gloriosa de 1868 y la Constitución de 1869: Orígenes de la Democracia en España
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La Revolución Gloriosa (1868): El Fin del Reinado de Isabel II
La Revolución Gloriosa de 1868, también conocida como "La Gloriosa", marcó un punto de inflexión en la historia de España. Trajo consigo una ola de ilusión y la movilización de las masas populares, el movimiento obrero y el movimiento demócrata.
Causas de la Revolución
- Isabel II se encontraba cada vez más aislada, con la exclusión de los progresistas y el favorecimiento de los moderados.
- Las muertes de O'Donnell y Narváez debilitaron a sus respectivos partidos. Serrano asumió el liderazgo de la Unión Liberal y se adhirió al Pacto de Ostende.
- Se produjeron revueltas civiles (como la Noche de San Daniel) y sublevaciones militares (como la de Villarejo de Salvanés y la de los Sargentos del Cuartel de San Gil).
Desarrollo de la Revolución
El almirante Topete inició la sublevación en Cádiz, y pronto se le unieron Serrano y Prim. La victoria en la Batalla del Puente de Alcolea forzó a Isabel II a exiliarse, creando un vacío de poder. Se formaron Juntas revolucionarias que:
- Asumieron poderes autónomos, destituyendo a las autoridades.
- Se armaron, creando los "Voluntarios de la Libertad".
- Presentaron demandas populares: contra los impuestos al consumo, el sistema de quintas (considerado injusto), la pena de muerte, etc.
El Gobierno Provisional y la Búsqueda de un Rey
Se estableció un Gobierno Provisional de coalición, formado por progresistas y unionistas, con el General Prim como figura clave y el General Serrano como Regente. Se instauró un sistema monárquico, pero sin rey. Las prioridades del gobierno fueron:
- Disolver las juntas para evitar revoluciones.
- Estabilizar la situación política y restablecer el orden.
Simultáneamente, en Cuba estalló el "Grito de Yara", un levantamiento independentista.
Las Elecciones de 1869 y la Constitución
En 1869 se celebraron las primeras elecciones con sufragio universal masculino (mayores de 25 años), que dieron lugar a Cortes Constituyentes. Los resultados mostraron la siguiente distribución de fuerzas:
- Derecha: Carlistas e isabelinos (antiguos moderados), en minoría.
- Centro: Coalición gobernante (progresistas, unionistas y demócratas), que buscaban implantar una monarquía verdaderamente parlamentaria. Obtuvieron la mayoría.
- Izquierda: Republicanos unitarios y federales, también en minoría.
La Constitución de 1869: Un Hito Democrático
La Constitución de 1869 fue la más democrática de su época, ampliando considerablemente los poderes y reconociendo:
- Monarquía parlamentaria como forma de gobierno.
- Soberanía nacional: El poder reside en la nación, no en el rey.
- Poder ejecutivo: El rey "reina pero no gobierna", con poderes limitados.
- Poder legislativo: Reside en las Cortes bicamerales (Congreso y Senado), con mayor poder y responsabilidad sobre el gobierno.
- Poder judicial: Tribunales de justicia independientes y juicio por jurado.
- Amplia gama de derechos individuales: Libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio y la correspondencia, derecho de "hábeas corpus".
- Amplia gama de derechos colectivos: Derecho de asociación y reunión, libertad de enseñanza, permitiendo la formación de partidos obreros.
- Estado aconfesional: Reconoce la libertad de culto, aunque mantiene el culto católico.
- Administración local: Autogobierno de los municipios, tutelados por el rey y las Cortes.
En resumen, la Constitución de 1869 estableció un verdadero régimen democrático elegido por los españoles.
La Elección de Amadeo I de Saboya
Tras la aprobación de la Constitución, se inició la búsqueda de un rey. Los requisitos eran:
- No ser Borbón.
- Ser demócrata.
- Ser aceptado por las potencias europeas.
Espartero rechazó el trono. Finalmente, Amadeo I de Saboya, hijo de Víctor Manuel II (rey de Italia), aceptó. Fue la primera vez que se eligió un rey de forma democrática en las Cortes. Mientras tanto, Isabel II intentaba abdicar en su hijo, Alfonso XII.