El Rexurdimento: Renacimiento de la Lengua Gallega en el Siglo XIX
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El Contexto del Siglo XIX en Galicia
En el siglo XIX se produjo el Rexurdimento, el renacimiento literario de la lengua gallega. Las ideas del Romanticismo, que en toda Europa exaltaban los rasgos diferenciales de pueblos y naciones, favorecieron el desarrollo de una corriente ideológica galleguista, con los objetivos fundamentales de la defensa de Galicia y de su idioma.
En 1833 se modificó la organización del territorio, de manera que el Reino de Galicia desaparece oficialmente como unidad administrativa y es sustituido por las cuatro provincias actuales, división hecha desde Madrid, sin tener en cuenta la antigua organización por parroquias. La intensificación del proceso centralista y uniformador no fue solo administrativa y tributaria, sino que alcanza también el sistema educativo y, en consecuencia, las lenguas, según la fórmula difundida desde Francia: un estado = una nación = una lengua. En España, la Ley Moyano de Instrución Pública (1857) declara la alfabetización obligatoria en castellano en todo el Estado.
Económicamente, se mantiene aún un sistema tardofeudal, con los campesinos, la mayoría de la población, teniendo que pagar rentas por las tierras que trabajaban (los foros). La emigración se convertirá en la única salida para muchos.
En cuanto a los usos lingüísticos, la mayoría de la población sigue teniendo el gallego como lengua habitual, pero el proceso de imposición del castellano continúa. Esta era la lengua de la minoría gobernante, de las élites y la única considerada apta en los contextos formales. Por lo tanto, a medida que aumenta la movilidad social y geográfica (hacia las ciudades), también lo hace la presión para sustituir el gallego por el castellano.
El Rexurdimento Literario
Los Precursores y el Despertar de la Lengua Gallega
En la década de 1840 surge el movimiento galleguista, articulado contra el carácter centralista y uniformador del Estado español. Con la emergencia de estas reivindicaciones se hace explícito el conflicto gallego-castellano y comienza el esfuerzo por rescatar el gallego de su situación de marginación y dotarlo de una variedad culta y unificada, anhelo que contaba con antecedentes como el del padre Sarmiento, en el siglo XVIII.
En la evolución del galleguismo se distinguen tres etapas sucesivas, en un camino que va de una tímida defensa de la identidad propia de los gallegos hasta la reivindicación de Galicia como nación. Son los movimientos que se conocen como Provincialismo, Rexionalismo y Nacionalismo.
El Provincialismo surge como un movimiento político que perseguía hacer de Galicia una única provincia, aunque acaba centrando su actividad en la cultura y la reivindicación del idioma. La prensa se convierte en canal de expresión de textos literarios en gallego. Los escritores de este período, entre los que destacan Francisco Añón y, sobre todo, Xoán Manuel Pintos, se conocen con el nombre de Precursores, pues son los que preparan el camino para el Rexurdimento.
Rosalía de Castro y la Consolidación del Rexurdimento
La fecha emblemática del Rexurdimento es 1863, año de la publicación de Cantares gallegos, de Rosalía de Castro, el primer libro impreso escrito íntegramente en gallego, desde el prólogo, donde Rosalía critica acedamente a los que menosprecian a Galicia y el gallego, hasta el último verso. Habían pasado más de trescientos cincuenta años desde la llegada de la imprenta a Galicia.
También son de la década de 1860 los primeros diccionarios y gramáticas de la lengua gallega, con más de tres siglos de diferencia con respecto a las primeras gramáticas de otras lenguas románicas, como el castellano, el portugués o el italiano. Entre los diccionarios, destacan el de Francisco Xavier Rodríguez (1863) o el de Marcial Valladares (1884), y entre las gramáticas, la de Saco y Arce (1868).
La Consolidación del Movimiento y el Tránsito al Rexionalismo
En el año 1880 se da la coincidencia de la publicación de varias obras de alta calidad literaria, que consolidan el renacer de las letras gallegas: Follas novas de Rosalía de Castro, Aires da miña terra de Manuel Curros Enríquez, Saudades gallegas de Valentín Lamas Carvajal, y la primera novela escrita en gallego, Marina o la filla espúrea, de Marcial Valladares.
Por esta época se asiste al tránsito hacia el Rexionalismo, movimiento galleguista que reúne tendencias políticas distintas, unas progresistas, con Manuel Murguía a la cabeza, y otras conservadoras, representadas por Alfredo Brañas. Ambas coinciden en la concepción de Galicia como región diferenciada y en el propósito de regenerar sus rasgos culturales y lingüísticos.