El Río Ebro: Caudal, Irregularidades y Aprovechamiento de sus Aguas
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El Río Ebro: Caudal, Irregularidades y Aprovechamiento
El Ebro es un río caudaloso, pero de carácter irregular. A finales del verano tiene fuertes estiajes en toda la cuenca, llegando a llevar incluso una décima parte de su caudal medio. La irregularidad del Ebro es tal que en Tortosa ha llegado a tener un caudal de 32 m3/s en periodo de sequía y se llegó a los 23.484 m3/s en la crecida del 23 de octubre de 1907, cuando el río alcanzó los 9,95 m de altura, solamente superados por los 10,05 m de 1787 (caudales hoy imposibles debido a la regulación que ejercen los embalses de Mequinenza y Ribarroja). El Ebro un mes puede aportar al mar 440 hm3 y otro mes 2.896 hm3, o en un año puede aportar 3.811 hm3 y otro año puede aportar 26.134 hm3.
Variaciones de Caudal en el Curso del Ebro
En su curso alto se han llegado a superar los 1.500 m3/s en Miranda de Ebro, y en el curso medio destacan los aforos de Castejón, con un máximo en 1961 de 4.950 m3/s. Durante el invierno presenta un estiaje secundario, producto de las nevadas en gran parte de su cuenca, ya que su régimen es pluvio-nival, acumulando grandes reservas hídricas en los Pirineos y, en menor medida, en la Cordillera Cantábrica y en el Sistema Ibérico.
Crecidas y Estiajes del Ebro
El Ebro sufre sus crecidas más frecuentes en la estación fría, de octubre a marzo, aunque a veces se prolongan en el tramo final hasta mayo; las de estación fría suelen estar ligadas al régimen pluvial oceánico, mientras que las ocurridas en primavera son fruto de la fusión de la nieve de los Pirineos. Los estiajes se producen en verano: de julio a octubre en Miranda de Ebro y de fines de agosto y primeros de septiembre en Tortosa.
Influencia de los Afluentes en las Crecidas
En las crecidas tienen un papel más importante los afluentes de la margen izquierda, especialmente los ríos Zadorra, Ega, Arga y Aragón, por lo que las puntas de crecida más elevadas se dan en Castejón, en la ribera navarra, aunque también afectan con intensidad a las riberas de Zaragoza. No obstante, se pueden producir crecidas por el deshielo de los importantes afluentes pirenaicos, tales como el Segre, el Cinca, el Noguera Pallaresa y el Noguera Ribagorzana, o como consecuencia de la gota fría otoñal por la aportación de las ramblas y afluentes de su curso bajo.
Inundaciones en el Tramo Medio del Ebro
En cualquier caso, el problema de las inundaciones y desbordamientos se ciñe hoy en día al tramo medio del Ebro, que ha sufrido las consecuencias de sus riadas incluso en el siglo XXI.
Aprovechamiento de las Aguas del Ebro para Regadío
Las aguas del Ebro se aprovechan en numerosos puntos para el regadío, a través de diferentes canales, como el Imperial, el de Lodosa y el de Tauste. En el tramo final se encuentran los canales de la izquierda y de la derecha del Ebro, que nacen en el Azud de Xerta y riegan huertas y los extensos arrozales del delta.
Regulación del Cauce y su Impacto en el Delta
Su cauce está regulado por los embalses del Ebro, Sobrón, Mequinenza, Ribarroja y Flix. Estos embalses, especialmente Mequinenza, hacen que en la actualidad tanto el delta como las playas de la costa levantina sufran un fenómeno de regresión, ya que retienen los sedimentos que deberían llegar a la desembocadura.