La Riqueza de las Naciones de Adam Smith: Implicaciones en la Organización del Trabajo

La riqueza de las naciones de Adam Smith y su significado para la organización técnica del trabajo.

La referencia clásica a la división técnica del trabajo se encuentra en la obra de Adam Smith La riqueza de las naciones. El principal interés del autor son los procesos que favorecen el crecimiento económico. Smith concede un lugar privilegiado al grado de división del trabajo y de especialización de las manufacturas. La secuencia con la cual Smith expone su argumento es sencilla: la división del trabajo y la especialización de las tareas promueven un incremento de la capacidad productiva del trabajo. En palabras del propio autor:

“Aunque no están muy profundamente desarrollados en cuanto a sus bases técnicas, estos argumentos abren el camino a la racionalización de la producción.”

La crítica marxista a la organización técnica del trabajo y capitalista.

Marx parte, como Smith, de la subdivisión de tareas y de la introducción de maquinaria automática especializada, pero se plantea que una vez descompuesta la tarea es posible fabricar un autómata que realice un movimiento dado. En ese momento, y gracias a la tecnología, se ponen en marcha una serie de efectos mediante los cuales se incrementa el control capitalista sobre la producción y los trabajadores pasan a tener una participación cada vez más superflua en el trabajo; aquí, son ellos quienes tienen que seguir el movimiento de este. En la manufactura, los obreros son miembros de un mecanismo vivo. En la fábrica existe un mecanismo inanimado independiente de ellos, al que son incorporados como apéndices vivientes.

El conflicto capital/trabajo.

La explotación de los trabajadores por parte de los empresarios, propietarios del sistema-fábrica y de los medios de producción, es la base de las relaciones de enfrentamiento entre el capital y el trabajo. La historia de esta lucha caracteriza a nuestras sociedades industriales desde los momentos inaugurales de las primeras fábricas. La expresión del conflicto ha encontrado diferentes formas a lo largo de la historia, desde los dramáticos enfrentamientos iniciales del movimiento obrero hasta su expresión silenciosa (o silenciada) de nuestros días, donde parece que el conflicto hubiera desaparecido misteriosamente. Con todo, la valoración del capital es la base de su funcionamiento y es una relación basada en el conflicto de intereses de los actores capital-trabajo.